-my dear teddybear-

36 5 12
                                    

Jacqueline tenía 6 años cuando en navidad su hermano mayor Teodoro (o más conocido como Ted) le regalo un pequeño oso de peluche al cual llamó Teddy. A medida que crece se encariña más y más con el osito, lo lleva a todas partes y duerme todas las noches con él. A medida que Ted crecía se metía en demasiados problemas, el peor de todos fue cuando decidió meterse con alguien que no le convenía. Era un chico muy nervioso y alcohólico, lo miraban un instante y ya buscaba pelea, ya era normal eso en él y nadie hacía nada al respecto.
Una noche de verano, en Mar del Plata, Ted desapareció. Sus padres llamaban a la policía, Jacqueline solo se quedó sentada abrazada a su osito, después de todo, solo tenía 12 años.
Se hizo de día y la mala noticia llegó.
Hallaron el cuerpo sin vida de Teodoro en medio de la playa.
Unos chicos que observaron desde el balcón de un edificio dijeron que lo vieron charlando con dos muchachos, y uno de ellos de un momento a otro le dio un disparo en el pecho, lo cual fue confirmado al hacer la autopsia del cuerpo.
Los padres de Teodoro y Jacqueline quedaron devastados, y Jacqueline no hizo más que callar y llorar en silencio.
Rápido armaron las valijas y volvieron a casa.
Toda la familia se reunió en duelo, hubo lágrimas y risas ya que muchos no se veían por años y comentaban anécdotas graciosas.
La pequeña niña en duelo se quedó en su jardín, en la hamaca junto a Teddy. Su mente estaba en blanco, no sabía que pensar al respecto, de cierto modo sabía que algún día iba a pasar algo así, pero lo que no sabía es que sería tan pronto. Involuntariamente arrojó su pequeño oso al otro lado de la casa (que era un campo sin dueño) y corrió a su habitación.

Pasaron 4 años de la tragedia, y cosas raras comenzaron a pasar.
Jacky encontraba notas absurdas y sin sentido, diciendo cosas como "malos habitos" "no corras" o "búscame".
Ella no les daba importancia, creía que eran bromas. Pero dejó de creerlo cuando una nota fue firmada por un tal "TeddyBear". Comenzó a creer que simplemente se volvió loca o tenía esquizofrenia, sacaba conclusiones muy rápido y las tomaba por hecho.
Pasaron semanas y ella seguía encontrando notas firmadas, y se puso a pensar en forma de burla "¿qué pasará si le contesto?". Tomó lápiz y papel y escribió: "Querido TeddyBear, quieres que te busque? Dime donde estás. Con amor, Jacky." y dejó la nota donde encontró la de "TeddyBear".
Al día siguiente casi se desmaya al ver que su nota fue respondida, solo la tomo y leyó: "Querida Jacqueline, tu sabes donde estoy, quiero que me encuentres, quiero verte. ¿Qué habrá sido de ti sin mi pequeña niña? Con amor, TeddyBear." la cual respondió "Querido TeddyBear, fuiste reemplazado con malos habitos, con amor, Jacky."
Lo primero que se le vino a la mente, era que, por más loco que suene, las cartas se las enviaba su pequeño oso de peluche, de cuando tenía 6 años, su querido "Teddy".
Siguieron llegando notas extrañas como "no te metas en problemas" "sabes lo que esta bien y está mal" "encuéntrame", ella no quería responderlas, por alguna razón le daba miedo, era todo raro.

Un día lluvioso despertó con una nota en su mano, ya no era en la mesita de luz donde las encontraba; esta nota decía "Querida Jacqueline, tengo frio aqui, todo es oscuro y tenebroso, espero que me encuentres pronto, con amor, TeddyBear."
Jacky se asustó demasiado, pero recordó aquel día en que arrojó su oso, era la primera vez en años que recordaba donde estaba ese peluche. Tomo su abrigo, sus botas de lluvia y salió corriendo a buscarlo. Saltó el alambre, se lastimó un poco, y buscó al oso por todo el campo, pero fue en vano porque no lo encontró.
Pasaron días y dejó de recibir notas.
Pasaron meses y dejó de preocuparle.
La noche de Navidad, como todas las anteriores, no era la misma sin su hermano, todo era triste.
Jacky subió las escaleras y encontró una nota en el suelo junto a su puerta: "Te encontré."
Con un nudo en la garganta y un miedo enorme abrió la puerta con los ojos cerrados,al abrirlos, vio sobre su cama al pequeño oso de peluche, su querido Teddy.
En la barriga del peluche una nota: "Querida Jacqueline, feliz navidad, te extraño demasiado y se que ustedes a mi. Quiero decirte ya hace mucho tiempo que no cometas los mismos errores que yo, tu sabes lo que está bien y lo que esta mal. Los malos habitos te llevarán a un mal camino, no corras hacia ellos. Que tengas dulces sueños y puedas abrazarme al dormir otra vez. Con amor, TeddyBear."
Una lágrima tras otra brotó de su rostro.
No podía creer lo que acababa de leer, simplemente no podía.
Su mente se tornó en blanco y no supo que pensar, lo único que hizo fue escribir en un papel:  "Querido TeddyBear, te extraño con todo mi ser, y gracias por tus consejos, no cometeré aquellos errores que cometías a mi edad. Con amor, Jacqueline." Dejó la nota sobre la mesita de luz y se fue a dormir, junto a su peluche, su querido Teddy.

My dear TeddyBearWhere stories live. Discover now