Tomé el cuchillo que estaba en la cocina, camine con rapidez, en mi rostro se reflejaba algo que jamás pensé mostrar, estaba apretando con fuerza la mandíbula, mis ojos parecían salirse de su órbita, las venas de mis brazos se asomaban y la sangre viajaba tan rápido que dolía mantenerlos quietos, mientras más me acercaba a ella, una dulce sensación se apoderaba de mí, la ansiedad de hacerlo rápido hacia que en mi rostro se dibujara una sonrisa muy marcada, ella aún no se había percatado de mi presencia, saberlo me daba tanto placer, seguí caminando en dirección a ella pero esta vez mantuve un paso ligero, como si jugar a las escondidas se tratara, ella estaba de espalda, me acerque lo más que pude hasta que por fin el olor de su cabellera recién lavada invadió mis orificios nasales, respiré sobre su nuca, nada más satisfactorio que ver su rostro con esa expresión de sorpresa tan marcada, no sé cuántas veces el cuchillo entró en su cuerpo, solo sé que la primera vez perfore su pecho, allí en ese preciso momento su rostro me dibujo una hermosa sonrisa, sus ojos estaban parecidos a los míos casi fuera de órbita, en ese espacio de tiempo la sentí mía, y solo mía. Que hermoso recuerdo, lástima que no logro recordar lo que pasó después, me paso las noches intentando recordar dónde dejé su cuerpo, cada noche me atormenta no saberlo.
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Remembranzas de Sylv
PoetryA veces cuando me dejo llevar por los que son mis recuerdos, el daño que causan es tan grande que la unica forma de mantener la cordura es soltando por fragmentos las emociones, tomando como armas el lápiz y el papel. Bienvenidos a mi vida, disper...
