¡¿Nuestro Bebé?!

.La Perspectiva De Un Padre.

Según los libros sobre la experiencia de ser padres, la madre desarrolla una conexión con el bebé, llamado instinto maternal, e incluso con están en vientre materno, el libro explicaba que esos instintos le ayudan a la madre a saber exactamente que era lo que el bebé quiere o lo que le pasa, según wikipedia, las mujeres tienen la virtud de darle pecho a sus hijos hasta la edad de un año o más, e incluso son las encargadas de proporcionarles enseñanza básica, como decir su primera palabra o que den sus primeros pasos.

La experiencia paternal, era cuestión en otra visión, lo que aprendió en ese libro muy educativo era que el padre, tiene un papel fundamental en la crianza de los hijos, enseñarles los valores morales dentro y fuera del hogar, incitar al hijo a que cumpla cada regla dentro de su casa, darle la educación que se merece, una buena alimentación, y otras cosas que de por si se sabia de sobra. Bien, la traba en si era esta, según un articulo de internet, tanto el padre como la madre tienen un lazo emocional con el hijo, y que ya sea papa o mama, ambos desarrollan la forma de comunicarse con su hijo.

Ahora la pregunta era. ¿Como diablos le iba a hacer para comunicarse con el chamaco?. Ese niño solo balbuceaba cosas sin sentido correcto, y aun así su lindo y deseable esposito ¡si le entendía!. Así que para averiguar como desarrollar esos vínculos emocionales y llegar a entenderle a ese niño, fue espiando a su lindo esposo.

Primero, espero pacientemente a que entrara la noche, caminaba de una lado a otro dentro de la pequeña estancia de su dormitorio, si, su adorable cosita le había obligado a dormir por aparte, para él fue la patada baja mas dolorosa. Eran las once con cuarenta y cinco minutos, ¡¿que ese niño nunca iba hacer un escándalo nocturno?!, aun con la llegada del sueño y bostezos, se animo a releer la información ya recopilada, e incluso leyó los cinco tomos de "paternidad una vida caóticamente hermosa", se sabía al pie de la letra todo, eso si los libros aconsejaban experimentar la práctica puesto que no es lo mismo en sentido teórico, el reloj marco la una de la noche con quince minutos, y el sueño le estaba ganando, se despeino los cabellos frustrado, lo bueno era que trajo de escondidas de la cocina una jarra llena de café, le dio dos sorbos a su taza y siguió esperando, encendió su celular, diez llamadas perdidas de su padre, quince mensajes en WhatsApp, cinco mensajes en messenger, una gotaza en su cabeza, bien sabía la preocupación de su padre al aceptar vivir con su esposo en la casa de sus cuñados, pero su querido progenitor rayaba la exageración, y si sus cuñados no le hubieran obligado a vivir ahí, desde hace mucho que su matrimonio con su cosita ya hubiera sido consumada, específicamente en su dormitorio, el ya había arreglado su cuarto con todo lo necesario para recibir como se merece a su lindo espocito, pero eso esperaría.................pacientemente.

El reloj dio las cuatro y veintidós minutos, esto no era lo que quería, esperaba que el chamaco despertara como hacia desde que vino, llorando. La paciencia se le agoto, suspiro con pesar y se metió a su cama, tratando de descansar un poco, y soñar con su noche de bodas que aun le deben. Pero, ¡sorpresa! abrió de golpe los ojos exaltandose, miro la puerta de su cuarto que era lo único que aminoraba el llanto de ese niño, y ¡oh! su esposo de levantó, rápido ni perezoso, tomó su libreta y lápiz. El pasillo era largo y la habitación de ese niño era al final junto al de su esposo.

El llanto ahora era sollozo, y la dulce y tierna voz de su esposo arrullaba al niño, observo como lo sostenía, y lo mecía para calmar sus lamentos, lo vio sonreírle a nene y este con su mano tomo el dedo índice del otro padre apretandoselo, sus ojos cerrados y su respiración acompasada, sumido en el sueño. Miro como ahora su pareja, lo besaba en la frente y la manita que aun sostenía el dedo, se soltó con cuidado y deposito al bebe en su cuna, y volvió a besarlo en la frente murmurandole en tono dulce y suave.