Agitación 💚

2.4K 274 36
                                    

Desde que estoy "así" las cosas han sido diferentes, todo se ha vuelto monótono y gris.

La vida parece ir más despacio cuando me pongo a recordar los viejos tiempos.

El silencio de mi departamento es roto por ese chasquido que hace la lata de cerveza que recién he abierto.

Con fastidio dejo de lado las tontas muletas en la barandilla de mi balcón.

Me recargo sobre mis codos y dirijo mi vista al cielo nocturno, el aroma a sal me pica en la nariz y la frescura de la primavera se instala en mi piel.

Tanta calma.

Después de unos minutos enciendo ese viejo radio que Steven y yo arreglamos hace tres años durante el verano.

Maldición soy una cobarde.

Mi garganta hace un sonido parecido a un gimoteo, que patética y tonta soy ahora.

Doy un sorbo grande a la lata y comienzo a reír.

Aunque realmente no sé porque lo hago.

Miro por sobre mi hombro y veo la bolsa con medicamentos.

Cierto, no debería estar haciendo esto, apenas ayer salí del hospital.

Reí con más ganas.

No puedo creer que termine una semana internada.

Joder no quiero ni pensar en el tamaño de la cuenta del hospital.

Pienso que realmente ha sido una exageración.

"Colapsaste por fatiga, muy bien sabes que en condición, no debes sobre exigirte, ¿Entiendes?"

Recuerdo las palabras de la doctora y no puedo evitar chasquear la lengua con enojo.

Maldición, ¿Por qué todo debo tomármelo con calma?

Tonterías.

La lata esta vacía.

De nuevo tomo mis muletas y voy en busca de otra cerveza, pero mi refrigerador esta completamente vacío, quizás deba comprar algunos víveres, en verdad soy un desastre.

Genial, ahora tengo hambre.

Cojo mi cartera y me coloco una chaqueta ligera.

Camino lentamente, como siempre, hacia el ascensor.

A este paso llegaré mañana a la tienda.

Las calles están desiertas,

Beach City no es nocturna después de todo.

A lo lejos distingo el letrero de la tienda de 24hrs y apuro el paso lo más que puedo, quiero regresar temprano a mi departamento.

Entro sin mas y doy un rápido vistazo al lugar, el cajero está desparramado sobre la caja registradora, leyendo un cómic y parece que no hay mas clientes.

Tomo una cesta y me encamino al fondo.

Agarro un par de congelados, unas frituras y un six de cerveza.

Hago malabares para no perder el equilibrio cuando regreso a la caja para pagar.

Con las bolsas en mis manos me encamino a la puerta, pero inevitablemente choco de frente con alguien.

Inesperadamente me encuentro de frente con mi océano personal.

"Lo siento"

Decimos al unisono.

Vaya, tu voz es hermosa, chica de ojos azules.

Demonios, mi cara arde por alguna razón.

Me hago a un lado, pero ninguna de las dos aparta la mirada.

De nuevo estoy sonriendo.

La puerta se cierra y te veo por sobre mi hombro, te diriges al fondo del local.

Me siento mucho mejor.

Comienzo a caminar de vuelta al edificio y la bolsa de plástico se balancea al ritmo de mi andar.

Escucho unos pasos tranquilos a mis espaldas. Seguramente eres tú.

Claro, tú puedes caminar sin ayuda, es natural que hayas alcanzado a una tonta tortuga como yo.

En cualquier momento te me adelantaras.

Sin embargo esto no ocurre, por el contrario,  pareciera que caminas a mi ritmo.

Estas justo a mi lado.

¿Qué es esto?

Desde que estoy "así" las cosas han sido diferentes, todo se ha vuelto monótono y gris.

Pero tú chica de los ojos azules como el océano, logras destruir con tu sola presencia mi monotonía.

Y la agitación en mi pecho, es algo que causas en mi cada día.

Hey,  el ascensor esta cerca, pero no quiero que nuestra caminata nocturna termine todavía.

AscensorWhere stories live. Discover now