Un vestido y un amor {Flozmin}

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Por la mañana desayunaron juntas, Jazmín había dormido poco y mal y se notaba en su rostro. Flor la miró preocupada.

Flor: dormiste re mal ¿no? Seguro ronqué un montón -dijo con vergüenza- Miranda siempre me lo dice

Jazmín  rió con ternura.

Jaz: no, no roncaste  -sonrió- pero dormí poco, sí. Igual valió la pena, porque mientras no podía dormir te miraba

Flor: callate -dijo por lo bajo con una sonrisa dibujada en sus labios-

Jaz: es verdad -afirmó-

Flor: ¿y por qué no podías dormir? anoche no te quise insistir pero estabas rara

Jaz: fue un día largo -suspiró y pensó un momento- escuchame, tengo que hacer unas compras antes de ir al hotel ¿vos querés acompañarme o tenés que ir directo?

Flor: tendría que ir directo -afirmó- 

Jazmín asintió y se acercó para besarla.

Al cabo de una hora y media Jazmín llegó al hotel. Ingresó a la cocina y rápidamente comenzó a preparar el desayuno. En ese momento entró Javo, ella hizo un gesto de dolor al ver el golpe en su rostro, se acercó a el y lo saludó.

Jaz: ¿cómo te sentís?

Javo: estoy bien -sonrió- ¿vos? ¿cómo estás?

Jaz: estoy bien también. Grace yo entiendo que tengas que cumplir tu horario de trabajo pero hoy no vas a trabajar, voy a hacer todo yo ¿estamos? sentate, te preparo algo

Javo: ya desayuné gracias, y estoy bien, en serio. Por eso vine a trabajar

Jaz: -dudó- ¿y tu mano? ¿a ver? 

Javo: Cacho, estoy bien -rió- 

Javo se incorporó a la cocina y comenzó rápidamente a trabajar. Su amiga controlaba cada uno de sus movimientos con temor de que le doliera algo. Él la observaba dudoso. Sabía que se había quedado mal por lo del día anterior pero algo le decía que detrás de su preocupación existía otro motivo.

Javo: ¿te pasa algo?

Jazmín levantó la vista y suspiró cerrando sus ojos.

Jaz: quiero contarte algo que todavía no sé como hablarlo con Flor

Javo: decime

Jaz: tengo una propuesta nueva de trabajo, muy buena, y no sé si tomarla

Javo: -pensó- bueno, no sé si lo decís por Flor supongo que pueden seguir viéndose. Esto te lo digo como amigo, pensando en esa propuesta tan buena que decís, porque en realidad no quisiera que te vayas del hotel

Jaz: es que el problema es que no es acá -dijo bajando la voz-

Javo: ¿cómo que no es acá? ¿y dónde? Dale Jazmín no des mas vueltas

Jaz: en Madrid -soltó y suspiró- es en Amicis ¿ubicás el restaurante?

Javo: obvio que sí, es el sueño de todo chef ese lugar -dijo sorprendido- Pero esperá, volvamos al punto ¿vos te irías?

Jaz: -encogió sus hombros- no lo sé Javo, por eso te pido ayuda

Javo: ¿por cuanto tiempo es?

Jaz: no pregunté todavía pero supongo que por unos meses al menos -dudó- el tema es que yo estoy bien acá con Flor, pero a la vez ese lugar es mi sueño -dijo ilusionada-

Javo: si obvio te entiendo. Para mí tenés que hablarlo con ella, contarselo así como me lo estás contando a mí

Jaz: -asintió- a mí me encantaría que venga conmigo -respondió con suavidad-