Capítulo 47: "Noche"

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Sander

-¡Si dan un paso más los mato!- gritó Mariana apuntandonos con un arma.

Su cara de psicópata me daba escalofrío, parecía que iba a enloquecer. Tenía Sangre en su blusa, sus brazos y cara están razpados y su pelo encaramado.

-Mariana tu no quieres hacer esto- dijo Sheryl tratando de aparentar serenidad cuando en realidad la sentía temblar detrás de mí.

-¡Tú cállate!- el pecho de Mariana se movía rápidamente de arriba hacia abajo y su cara se mostraba brillosa del sudor que bajaba de su cabeza-¡puedo hacerlo!- el arma comenzó a temblar en sus manos- ¡puedo hacerlo!- su voz se escuchó más fuerte que la vez anterior.

-¡Eres una maldita perra!- gritó Randery con la cara bañada en lágrimas desde su lugar haciendo que la miremos.

Sus manos aún aferradas al cuerpo de Tyler, manchando su ropa de la sangre que seguía corriendo por su abdomen acumulandose en el piso a modo de charco.

Siento mi espalda mojarse con las lágrimas de
Sheryl.

- Despierta- llora besando su cara- te amo, por favor no te vayas-lo abrazó más fuerte como si fuera a escurrirce de sus manos.

-Por favor Mariana- estaba prácticamente rogándole- dejanos salir de aquí, no quieres hacer esto- tragué grueso mientras una lágrima se deslizaba por su rostro- ven con nosotros- di un paso hacia ella, pero al ver que agarró con más confianza la pistola retrocedí a mi lugar- nosotros vamos a buscar a alguien que te ayude a supe....

-¿Me estás diciendo loca?- rió ironicamente y apretó los dientes- ¡Yo no estoy loca!- me gritó.

Sentí como Sheryl salía de detrás de mí, quise detenerla pero antes de que me diera cuenta ya estaba delante.

-¡Si estás loca!- gritó Sheryl con furia que no sé de dónde habrá sacado- ¡Estás enferma maldita sea!- la halaba del brazo pero ella estaba fuera de si- ¡Le disparate a Tyler!

-Así aprenderá a no meterse en lo mio- dijo sería.

-¡No es de una persona normal estar llena de odio, has vivido junto a mí toda mi vida y nunca diste señales de odiarme!- la apuntaba con el dedo- ¡te molesta verme feliz!- afirmó- ¡pero lo soy, no tengo la culpa de tener buenos padres, ni un novio que me ama, ni buenos amigos, excluyendote claro está- declaró lo bastante rápido como para quedarse sin aire.

El estruendoso sonido de una sirenas se escucharon cerca del cuarto y sonaron unos autos que se estacionaban, Mariana miró a lo lados rápidamente y luego volvió a nosotros.

-¿Quién diablos llamó a la policía?- en su voz se notaba que estaba a punto de entrar en pánico.

Sheryl ignoró su pregunta y siguió con sus represalias contra ella.

-¡A pesar de todo lo que me ha pasado soy feliz!- volvió a gritarle, mientras se oian los policias gritar desde afuera que salieran por las buenas- ¡No me arrepiento de serlo!- Randery apretó los puños al rededor del arma y le dedicó una mirada asesina- ¡y el cómo te sientas con respecto a eso es tu problema, no el mio!

Volteó y se abalanzó contra de mi, en auto reflejo la agarré por la cintura y sin que yo me lo esperara estampó sus labios contra los míos.

Estaba tan sorprendido por su acción que por más que lo intentaba, mi mente no ordenaba a mis labios moverse, aunque los de ella tampoco lo hacían.

-¡Eres una maldita!

Randery estaba a punto de apretar el gatillo cuando se escuchó el crujido de la puerta al romperse.

Tuviste que Ser Tú [CORRIGIENDO] Where stories live. Discover now