Capítulo 19.

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-¿qué haces aquí? 

-oye, déjame pasar -recibió un empujón por parte de su amigo.

-¿qué tal que no estuviera en casa? Vienes sin ni siquiera avisar.

-te vi entrar, asique estaba seguro de que estabas.

-¿me viste entrar? Entonces, ¿desde cuando estas afuera?

-no lo se.

-si me viste llegar porque no me llamaste antes.

-seguía pensando si entrar o simplemente irme.

-¿desde cuando piensas tanto para hacer algo?

-oye,...esta vez es algo serio.

-ah, así que viniste a decirme algo importante, a ver, habla -dijo mientras tomaba asiento en el sofá de la sala.

-Yo.... -empezó sunggyu a contar la razón de su visita.

-vamos dime, porque pones tanto misterio, ¿estrellaste tu auto otra vez?, ¿necesitas dinero, cuanto es?, ¿tu padre te vio con un chico en pleno acto?

-oye, déjame hablar.

-ash, nunca usas el suspenso, habla de una vez....¿te vas a morir?

-ya quisieras. No es eso, ni nada de lo que has dicho.

-¿entonces? -pregunto Myungsoo ya cansado de la actitud de su amigo.

-me estoy volviendo loco.

-eso ya lo sabía.

-habló enserio.

-esta bien, intentaré ser serio. ¿por que lo dices?

-sólo estoy actuando extraño, parezco un tonto, debo verme como uno.

-podrías hablar de una manera en la que pueda entender.

-cuando estoy con esa persona inesperadamente empecé a temblar y ponerme nervioso, mi cuerpo parecía desobedecerme, incluso mis palabras eran estúpidas, odie que pasará eso......... Creo que me gusta.

-con tu explicación no es necesario que lo digas. Has caído -empezó a reír Myungsoo.

-oye, cállate. No es gracioso.

-bien. ¿quien es el desafortunado?

-no te lo dire.

-vamos, ¿que haría?

-nada, asique mejor no lo sepas.

-¿Quien es?

-W...woohyun.

-en realidad te has vuelto loco.

-prometeme que no dirás nada.

-pero por supuesto que no diré nada, es como decir algo decepcionante de mi amigo.

-no es tal malo...-lo dijo no muy convencido sunggyu.

..............

Los días habían pasado rápidamente, como si nada. Por un lado sungyeol empezaba a notar en el espejo su abdomen más grande, fascinado por la imagen que veía a través del espejo del baño, sonrio tiernamente y sobo suavemente su vientre. Al terminar de vestirse pensó en que ese fin de semana cumpliría otra mes, uno más en el que tal vez haría más notorio su embarazo y la idea ya no era sólo caer en la realidad cada que entraba al baño y se desvestia, porque una vez crezca un poco más, sería evidente y cada momento será consciente de su nuevo yo, un chico que a tan joven edad esperaba un hijo, uno que al principio no soñó y ahora era su más grade sueño y anhelo.

Algo inevitable. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora