CAPITULO 3

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FAMILIA TSUKINO

SERENA: Después de un largo y agotador viaje al fin llegaba a casa de mis padres, la primera en recibirme y darme un abrazo lleno de mucho cariño fue mi nana Luna y su esposo Artemis, era un matrimonio mayor que ya tenia mucho tiempo bajo el servicio de mi familia, desde que mi hermana y yo eramos unas bebes y a las dos nos amaban como sus hijas, pues desafortunadamente ellos no habían podido tener hijos y volcaron todo ese amor en nosotras, pero mi hermana los trataba de manera fría y distante como al resto de los demás empleados de la casa, yo en cambio los consideraba como parte de la familia y los trataba con mucho amor y respeto.

LUNA : Mi niña Serena que gustó que estés de regreso con nosotros todos te extrañamos mucho durante todo este tiempo, nos hiciste mucha falta. _ Luna llorando se acerca, su esposo Artemis también para abrazarla.

ARTEMIS: Asi es mi preciosa niña, esta casa no es la misma sin su alegría  y su precensia, todos la echamos de menos, esperamos que este regreso sea definitivo, que ya no nos deje hasta que  salga de esta casa con rumbo a la  iglesia para casarse con el afortunado que conquiste su corazón.

Se escucho una voz de burla detrás de ellos. _ Ummm siendo así, mi hermanita nunca se ira pues quien pudiera fijarse en ella y tomarla en serio para algo tan importante como el matrimonio y querer pasar el resto de su vida con alguien sin chiste como mi hermana, además ustedes no deberían estar aquí vayan con el resto de la servidumbre a retomar sus labores. _ Dijo Mina con desprecio hacia la pareja, no soportaba la atención y el cariño que tenían con su hermana y por eso los trataba con tanto desprecio, la pareja se despidió de ellas haciendo una reverencia y se dirigieron a la cocina.

Mientras tanto sus padres al acercarse escucharon todo lo que Mina le había dicho a Luna y Artemis, Kengi tomo la palabra para llamarle la atención.

KENGY TSUKINO: Ya te he dicho Minako que no  trates así a Artemis y a Luna, mas que sirvientes ellos también forman parte de esta familia, así que no quiero volver a escuchar que los trastes así o tomare otras medidas contigo para que cambies tu actitud y seas mas amable no solamente con ellos si no con toda la servidumbre de la casa, ahora te pido que le des la bienvenida a tu hermana como debe ser y te disculpes también con ella por esas palabras tan desagradables que le dijiste hace un momento.




Minako no disimulando su furia y su descontento: Bienvenida querida hermanita, que bueno es que estés aquí. _ Dijo con su voz llena de hipocresía y sarcasmo. _ Ahora si me disculpas que no te siga haciendo reberencias me retiro, voy a mí habitación arreglarme para estar lista para cuando venga mi prometido y sus padres para poner la fecha de nuestra boda, compermiso.

Minako ven acá. _ Grito con furia el padre de ambas chicas, mientras que la madre miraba con tristeza como se retiraba la menor de sus hijas y no comprendia como era posible que no pudieran llevarse bien y no porque Serena no pusiera de su parte, si no por Minako que desde niñas tenia esa rivalidad con su hermana y quería siempre humillarla y hacerla menos, y no comprendia la razón pues a ambas las habían tratado con la misma atención y el mismo amor. La voz de Serena la saco de sus pensamientos. _ Tranquilos papá y mamá se que los nervios deben estar molestando a mi hermana y por eso esta reaccionando así, yo la entiendo.

Los dos padres de Serena se acercaron a ella y la abrazaron con mucha alegría y amor, dándole de esa manera una cálida bienvenida a casa, diciéndole al mismo tiempo que la amaban y estaban muy feliz con su regreso, esas palabras y los abrazos sinceros de sus padres, fue suficiente para que Serena se sintiera feliz y olvidara el desplante de su hermana.

Después de un rato de platicar con sus padres, subió también a su habitación, para asearse y arreglarse, para estar lista y bajar a la cena de compromiso de su hermana y no podía estar mas tensa y nerviosa, porque sabia que vería al hombre que a pesar del tiempo seguía amando, pero que desafortunadamente no era para ella y solo le pedía a Dios que le diera fuerzas para enfrentar esa situación y desearles lo mejor a su hermana y a el, y con el tiempo ya que hubiera sanado su corazón encontrara ella el amor, aquella persona destinada para ella.

Entre el amor y la venganza (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora