Irvette.

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Capítulo 2| La princesa irresponsable.

Siento el metal frío contra mi sien y trago grueso preparándome para abrir los ojos.

Me encuentro en una habitación de forma cuadrada y polvorienta.
Una risa macabra brota del fondo de la estancia y me taladra los oídos.
Él asqueroso tipo me apunta con la pistola mientras yo estoy atada a una silla.

La risa macabra vuelve a llenar la estancia y cierro los ojos cuando el tipo aprieta el gatillo.

8 horas antes

Camino sobre la blanca arena y me acerco a la orilla,cierro los ojos y noto como mis pies se mojan ligeramente. Las olas rozan mis tobillos y el agua fría me hace suspirar.

Tiro de mi vestido de tela fina y me lo quito por la cabeza. Lo lanzó hacia la arena y me adentro en el mar.

Mis cuerpo se relaja al entrar en contacto con el agua salada y yo sonrió.

Inspiró por última vez y me sumerjo.
Muevo mis extremidades y recorro unos metros.
Saco la cabeza y miro hacia atrás.

Esta amaneciendo y el cielo se tiñe de colores.
La playa está solitaria y el viento mueve ligeramente las hojas de las palmeras.
Chapoteó alegremente en el agua y buceo.

Cuando mi piel está completamente arrugada recuerdo que tendría que haber vuelto a la corte.

Salgo del agua y mis pies se ponen en contacto con la tierra. Siento la arena pegándose a mis pies.
Corro y me pongo mi vestido.
Camino a lo largo de la playa hasta llegar donde comienza esta y camino por las desgastadas tablas de madera.

                                  ☼☼☼

Me doy un último impulso y consigo entrar por la ventana.
Ruedo como una croqueta y acabo en el suelo de mi habitación.
Oigo las pisadas desde lejos de Irmur y corro hacia la cama.

Me tiro encima y me tapo con la colcha.
Entonces entra Irmur.
—Princesa es hora de desayunar.
Esbozó una sonrisa nerviosa—Ya voy.

—¿Porque huele tanto a mar princesa?
—La costa está cerca Irmur.

Mi instructor,viejo y canoso.Esboza una pequeña sonrisa y se acaricia el bigote.—¿Has vuelto a ir a la playa?—me pregunta.

—¡Si!—digo exasperada y me destapó.—¡No es justo!¡Porque no puedo ir!

—Es peligroso Irvette.
—¡Y un comino Irmur!
—Ya hemos discutido esto excelencia,le ruego que me siga. Tiene que desayunar.

Me levanto resignada de la cama.
Y sigo a Irmur malhumorada por el pasillo.

Recorremos los coloridos pasillos,llenos de alfombras y dibujos.
Subimos la escalera y torcemos a la derecha.

Asomó la cabeza y entró a la gran cocina.
—¡Buen día!—canta Rosa.—¿Como amaneciste amor?
—Regular.—contestó.

—¡Ayy mi vida no hay nada que no puedan arreglar mis tortas de piña!

Rosa,la cocinera de la corte,se acerca a mí con un plato lleno a rebosar de tortas de piña.
Lo deja delante de mí y me da un sonoro beso en la mejilla. Le doy las gracias y se vuelve a alejar entre sus trastos y cachivaches de cocina.

La miro mientras río,está limpiando mientras canta a pleno pulmón el imno nacional.

Se mueve por la cocina mientras mueve sus caderas. Lleva un vestido azul marino y su delantal blanco de siempre. El pelo negro rizado recogido en un moño bajo.

Sus labios pintados de rojo y jazmines detrás de su oreja.

—Buenos días amor de mi vida.
—¡Ahh!—pego un salto y chillo atemorizada.    —¡Santo Dios! ¡Charles!
—¿Has descansado florecilla?
—No me llames así.
—¿Como te llamo amor? ¿Nubecita? ¿Caramelito?¿Amorcin?
—Irvette, Charles me llamo Irvette.

—Pero amor,todo el mundo te llama así.
—Normal, me llamo así.

El chico hace un puchero y me abraza.
Me sacudo y me lo saco de encima.
—Tengo que irme,te amo florecilla.—el se da media vuelta y me manda un beso.

Me río y termino de desayunar.

Irmur entra a la cocina blanco como el papel y deja caer delante de mí un sobre de un color plateado.
«Del territorio de Neutral,urgente»

Rasgó el papel y sacó la carta. La peculiar caligrafía de los Aunja me hace leer intrigada el escrito.
Al terminar dobló la carta en dos y comienzo a sollozar.

—Su excelencia es muy joven para viajar sola al Territorio de Neutral.
—Soy la princesa,yo dicto las órdenes.
—No sea cabezota,princesa.—dice uno de los guardias.

Me pongo de pie y le doy un golpe a la mesa.
—¡Seré lo que me salga del coño soldado!

La sala se llena un tenso silencio y Irmur me mira divertido.
Madame Angelie me mira y añade severamente—Esa no es la manera de comportarse en una dama. Irvette eres una irresponsable.

Me siento dejándome caer en el trono,arrugando el vestido aposta.
Admiro al comité que reunido y paso la vista por la sala.

Demasiado pequeño,no me sirve,demasiado viejo,muy estirado,de ninguna manera,se moriría de un infarto...
Todas las personas me parecen inútiles,hasta que mis ojos se clavan en Charles.
Este me sonríe y yo me río de mi idea disparatada.
—Está bien,no iré sola.
—Me alegro de que haya entrado en razón princesa. Prepararé a los soldados y nos iremos al amanecer.
—Con vuestro permiso me retiro a mi habitación.

Camino hacia la puerta y le hago señas a Charles, este gratamente sorprendido se ausenta con al excusa de ir al lavabo.
—¿Qué qu....?—tiro de su brazo y me recojo la falda del vestido.—¡Vamos!—digo.


—De ninguna manera iremos solos a Neutral florecilla,¡Pensaba que habías entrado en razón amorcin!

—Por el amor De Dios Charles,soy Irvette no me rindo tan fácilmente.
—Ni siquiera soy fuerte.
—Servirás.—dije sentada en el alféizar de la ventana.

Nos quedamos en silencio y yo miré a los muros de palacio.
—Nos reuniremos aquí a medianoche.¿Entendido?

Los dos chicos se quedaron callados mirándose mientras al otro lado de la muralla,dos figurarás encapuchadas se escondían para llevarse a la princesa y que ella no volviera a ver el sol jamás.

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⏰ Última actualización: Apr 14, 2018 ⏰

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Verviema y el misterio de las estaciones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora