Jardines cruciales

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Estoy sentada dentro de plantas con espinas, intentando salir sin heridas. Cargo espirales en mis neuronas, amnesia.
Tuve sueños retorcidos anoche, en donde el aire me persigue y mi cuerpo no responde. Él me sigue y yo no encuentro una salida, armas me apuntan, pierdo la coherencia. ¿Dónde estoy?

Me siento vacía y no puedo escribir un verso, me siento sucia y no consigo limpiar esa molestia de mi cabeza, me siento muerta y aún no logro abrir mis ojos. ¿Quién me va a ayudar?

Se me queman los brazos, hay una explosión dentro de mis pulmones, mi corazón consigue salir disparado. ¿Qué era respirar?

Todo se mueve demasiado, no distingo el color de sus pupilas; me miran fijamente desde el rincón de un bosque lluvioso. Mi vista se cae, hasta que siento mis propios ojos tocarme la cara y la sangre roza el piso, lo acarician con amor. Mi espectro se dedica a correr por niebla. ¿Por qué a mí?

Tengo siete agujas en el pecho, lo atraviesan lentamente, con una suavidad cargada con dolor incesante. Tengo siete agujas pero las arranco para entregarles su último beso: dentro de mí ya no van a vivir. ¿Podría alguien recordarme que era sentir?

Llena tu vacío con vicios, o adentro de vos va a terminar. Llena tu boca con serpientes porque podría querer entrar.
Camino descalza sobre arañas, me observan sus pistolas y revivo esa muerte. ¿Dónde quedó mi aire?

Ya no tengo cierto vacío dentro de mí, me encuentro... llena de horror.

Epifanía síquicaTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon