Capítulo 37: Inesperado

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Después de eso todo se volvió borroso. Marco intentó sacarte del ensimismamiento al igual que los demás.

Otros se asustaron incluso más mientras te observaban a ti y al cielo. Como eras la única que habías estado allí y oído su conversación, la curiosidad no hizo más que aumentar entre los miembros de la tripulación cuando pensaban de qué podrían estar hablando dos piratas legendarios para que esta pobre chica tuviera un ataque de pánico.

Te seguía costando respirar, te costaba inhalar y exhalar. Todos los recuerdos con Ace se te pasaron por la cabeza. Su sonrisa, su risa, su voz, todo...y de repente todo se paró. Todo se paró.

La oscuridad te rodeó y dejaste de sentir las piernas. Sólo podías oír los gritos de los demás y unos brazos fuertes agarrándote antes de caer al suelo.

Odiabas ese sentimiento. Te hacía sentir débil, desesperada...pero lo más importante, te hacía sentir culpable.

No deberías haber dejado que Ace se fuera solo. Sabías que esto era malo...simplemente lo sabías. Después de todo, tenías el mismo presentimiento que aquella noche.

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Una semana más tarde, el clima era fantástico y precioso en el Grand Line.

Después de que Shanks dejara el barco, todos corrieron hacia su capitán, explicándole lo que te había pasado y preguntándole que había pasado entre El Pelirrojo y él.

No te despertaste después del ataque de pánico. Todos estaban preocupados. Incluso el médico estaba sorprendido de los síntomas que tenías. Era normal tener fiebre tras un ataque de pánico fuerte pero debería bajar pasado el tiempo. En tu caso, la fiebre no bajaba. Lo que sorprendía al médico incluso más era el hecho de que ya había pasado una semana desde que habías tenido el ataque y no te habías despertado.

Era como si te negaras a despertar.

Marco pasó la puerta de tu habitación. Suspiró y entró. Miró alrededor y sonrió. Las cosas de Ace seguían en su sitio como antes.

Sabía, de alguna forma, que el ataque de pánico tenía que ver con Ace. Algo debía de haber salido mal, lo sabía. Sabía que tú eras más fuerte que esto. Sabía que necesitabas una muy buena razón para romperte de esta manera.

Tu mente seguía luchando con tu cuerpo. Tu mente te decía que siguieras luchando y creyendo en Ace mientras que tu cuerpo estaba demasiado cansado. Cansado de todo y de todos.

Pero a pesar de todo eso, abriste los ojos. La habitación estaba a oscuras, viste una silueta junto a tu cama...la cama de Ace.

-¿(Nombre)?-Te llamó la voz.

Tus ojos se acostumbraron a la luz y ahora podías ver a la persona con más claridad. Era Marco. Intentaste levantarte pero te empujó hacia abajo.

-Tienes fiebre alta. No deberías levantarte.-Habló a la vez que te colocaba la manta.-Voy a por el médico.

-Espera.-Dijiste agarrando su camisa.-¿Hay alguna noticia de Ace?-Preguntaste casi dudosa.

-Todavía no.-Respondió.-¿Por qué?(Nombre), ¿qué ha pasado?-Preguntó cogiéndote de la mano.

-Él...nada.-Decidiste que no tenía sentido preocuparle a él también. Por supuesto Marco vio a través de eso y se negó a aceptar esa respuesta. Pero aún así, decidió que ahora no era el momento de forzarte a responder preguntas.

Dejó la habitación en silencio y se fue a buscar al médico.

Te quedaste callada en la sala y miraste al techo. No sabías que hacer llegados a este punto. Sabías que si la pelea salía mal...la vida de Ace peligraría.

Mientras esperabas, se abrió la puerta. Entró el médico y dejó sus ficheros en el escritorio.

-Bueno, (Nombre), ese sí que ha sido un ataque de pánico.-Dijo. Le miraste sin decir palabra.

- Pops me ha informado del contenido de la conversación. Sé que esto es duro para ti (Nombre), pero tienes que recomponerte. Todos somos piratas. Esta es la vida que todos hemos elegido.-Dijo.

Sus palabras se te clavaron como puñales. Lo sabías...pero aún así te costaba aceptarlo.

-El estrés no es bueno durante estos primeros meses, deberías saber eso. Te he hecho algunos análisis mientras estabas inconsciente. Te habría administrado la cura en seguida pero por desgracia contiene algunas hierbas que no son muy buenas para estos momentos tan delicados.-Dijo mirando los archivos.

Entrecerraste los ojos. No entendías lo que estaba diciendo.

-Pero no te preocupes, los dos estáis bien. Sólo descansa y en nada estarás de nuevo en pie.-Prosiguió.

Abriste mucho los ojos y te sonrió. No podía ser...

-¿Q-qué?-Le preguntaste temblorosa.

-¿Mmm? Oh... pensé que podías no saberlo. (Nombre), estás embarazada de una semana.-Respondió.

Sentiste como se te formaban lágrimas en los ojos y te caían por la mejillas. No podías...¡No podías estar embarazada ahora! No podías...

-Tiene que haber algún error.-Dijiste.

El médico suspiró y se levantó de la silla.

-No se lo he dicho a nadie todavía porque sabía que esto no era problema mío. Ni siquiera de Pops. Llegaremos a la siguiente isla en unos días. Si quieres puedo...

-¡No!¡Por supuesto que no! El bebé no tiene culpa de nada.-Gritaste.

-Sólo lo decía. Es tu cuerpo después de todo.

-Él ni siquiera lo sabe...-Dijiste llevándote las manos a la cabeza.

La situación estaba peor que nunca.

Call Your Name (Ace x Reader) (TRADUCIDA)Where stories live. Discover now