🌼 Parte 1 🌼

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HOLA BIENVENID@ ESTAS EN CASA AMOR MÍO.

A Maricielo le gusta que la abrazen fuerte y protectoramente pero por favor ¡No la dejes sin aire! Oh ella te dejará sin pelotas...
A Maricielo le gusta las margaritas ¡Pero nunca se las des arrancadas! A ella le gustan en maseta...
A Maricielo le gusta ver los amaneceres ¡Nunca le lleves a los atardeceres! A ella no le gusta ver morir nada...
A Maricielo le gusta el aroma natural así que jamás uses un perfume cerca de ella...
A Maricielo le gusta el chocolate caliente aunque también le funciona el café en la madrugada...
A Maricielo le gustaba yo... Pero ahora que no estoy yo ¿Qué le gustará?

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... Después de una bofetada y que cien espinas de rosas me dieran en la cara junto con todos sus pétalos rojos decidí ir al mar donde siempre había encontrado relajación.

"¡Jamás serás nadie Anderson ¿Escuchaste bien? ¡NADIE!" Me gritó mi novia en la cara, después de eso no fue más mi novia.
Ella tenía altas expectativas de cosas que yo jamás podría darle y por eso el día 14 de febrero del 2018 justo frente al parqué de las Salinas me lanzó el ramo de rosas que ahorre para comprarle y los chocolates que no eran... "Light ,Anderson...¡Light" Recordé como se expresó y mas que eso gritó. "Ya no me busques a menos que tengas 3 tesis y seas millonario" Cielos...¿Cómo alguien puede ser tan cruel?

Me senté en la arena junto a unas grandes rocas negras que tenían pegadas corales, estrellas de mar y caracoles, muy bonito en si.
Escuche a alguien tararear una dulce melodía, brinque las piedras atraído por el dulce cántico y me topé con una sirena...
Bueno no tan literal, sólo era una chica sentada en la orilla del mar recargado su cabeza en sus rodillas, tenía un cuerpo normal algo llenita pero no a dar una mala impresión al contrario de eso que lucía espléndida, cabello asta los hombros color rubio cenizo y ojos azul rey tan hermosos y espléndidos como el mar o el cielo. Sus pecas naranjas adornaban sus colorados cachetes que la hacían ver dulce e inocente.

Ese era un día frío por lo que ella usaba una chamarra roja cereza y unos pantalones grises sin mucho drama, tenía un termo de donde bebía un líquido tibio donde el vapor se escapaba y irritaba un poco su nariz haciéndola un rojo tomate.

Estaba inmerso en mi osado espionaje en la sima de las rocas negras y resbalosas cuando ella se giró y me observo en pleno acto de acosador.
Mis mejillas se tornaron rosas y no encontré lugar para esconder mi pena.

- ¿Quién es? - Digo levantándose y tomando una posición defensiva - ¡Contesta!.

- Perdona - Le digo por lo bajo - es solo que te escuché tararear desde el otro lado de las rocas me asomé y te encontré, perdona si te incómodo no fue mi intención.

- ¿Quién eres?

- Me llamo Anderson, vivo a la siguiente manzana.

- Pero la siguiente manzana esta a medio kilómetro - dijo ella extrañada.

- Tuve un mal día, me gusta venir aquí a relajarme - pronuncie tímido.

La chica relajó sus hombros y me analizó cosa que me pareció muy incómoda, de la nada el cielo refunfuño comenzó a llover, las aguas del mar tan calmadas pero las del cielo tan bravas.

Las Lágrimas De Maricielo Where stories live. Discover now