Capítulo 18: Basta con un solo disparo

448 43 7
                                    

 Canción: Be alright, Dean Lewis

"Llega un momento en el que estás tan rota que ya nada te hace daño".

Nos quedamos un rato más hablando de cosas triviales a la vez que reíamos como si no hubiese un mañana.

Mi risa paró de repente, ya que pude ver cómo Mike salía de uno de los muchos cuartos que había con una mancha de sangre en su brazo derecho.

Me despedí sin dar muchas explicaciones e intenté ir junto a él, digo "intenté" porque un hombre alto y robusto se interpuso.

—¿Me dejas pasar? —dije con una sonrisa más falsa que los pechos de algunas de las chicas presentes.

—No.

Sin andarme con rodeos le propiné una patada en la entrepierna, dejándole adolorido, aturdido e indefenso.

Me acerqué a su oído y susurré:

—A las damas se las respeta.

Y me fui de allí con la cabeza bien alta.

Me preocupé al principio al no encontrar a Mike, pero suspiré aliviada al verlo entrar al baño de caballeros. A pesar de que él no tenía confianza conmigo, prometí estar siempre a su lado, y eso es lo que iba a hacer.

Decidida, caminé hacia los servicios, pero una cabellera rubia se interpuso en mi camino por segunda vez: Julián.

—Hola. —Lo miré, un poco incómoda.

—¿Podría invitarte a una copa?

—Bueno...Ahora mismo me pillas en un mal momento, tengo que buscar a mi compañero... —no dejó de insistir así que, sin más remedio, acepté.

Fuimos a coger las bebidas y, cuando yo tuve mi vodka y él su cerveza, me removí, algo incómoda.

—Tú dirás —dije mirándole directamente a los ojos, los cuales, por cierto, eran muy bonitos.

Se acercó peligrosamente hasta mí.

—Me fascinaste cuando propusiste esa gran idea en la reunión, ¿dónde has aprendido tanto? —cuestionó con una sonrisa socarrona.

No me inspiraba nada de confianza, así que intenté desviar la conversación.

—Bueno... Digamos que tuve una buena formación.

Me miró de arriba abajo con descaro.

—Y supongo que también has recibido otro tipo de formación...

Me iba a quejar y a dejarle las cosas bien claras pero un disparo me dejó un poco aturdida.

Me mordí el labio, ya que en pocos segundos, numerosos grupos de enmascarados —armados hasta las cejas—, bloquearon cualquier tipo de escapatoria.

Me estremecí al escuchar una voz grave y profunda proveniente de los altavoces.

—¡Quieto todo el mundo! —Silencio—. Nadie se irá de aquí sin haber sido interrogado.

Se escucharon murmullos, pero mi respiración se cortó al ver a un chico con Mike, mientras le apuntaba con una pistola directamente a la cabeza.

—Hasta que no sepamos quién ha venido con él, nadie se va de aquí, ¿entendido?

Tenía que dar la cara y, a pesar de tener la pistola en mi posesión, no podía arriesgarme a que le pasara algo a mi amigo si la sacaba, por lo que di un paso al frente.

—¡Yo soy su acompañante! —declaré, alto y claro.

Se escucharon risas y alcé una ceja, incrédula. Me estremecí al sentir un metal en mi espalda.

—Camina. —El chico que al que yo antes había pateado hizo su aparición.

El que parecía ser el jefe, obviamente contratado por alguien importante, me miró con malicia. Su sonrisa se volvía más escalofriante a medida que avanzaba, y cuando estuve enfrente de él, me cogió del mentón, mientras yo le miraba con repugnancia.

—Bueno... Pues ahora me diréis para quién trabajáis.

—¿Así que ahora los malos somos nosotros? —sonreí, con arrogancia.

Levanté mi rodilla y le di en la entrepierna, justo donde me habían enseñado. Él se puso rojo, supongo que por el dolor y la ira, pero, se veía que aún le quedaban fuerzas para tirarme del pelo.

—¡Maldita! Vaya... ¿Qué pasaría si le hacemos algo a él? —miró a Mike.

—¡No!, ¡ni se os ocurra!

—Lástima, haberlo pensado antes.

Vi cómo le hacía una señal a su compañero y acto seguido, un disparo resonó en la estancia.

════ ∘◦❁◦∘ ════ 

Editado: 22-05-2020

Tres falsas esperanzas©Where stories live. Discover now