Capitulo 11-¿Okey? Okey.

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Narra ___

Desperté algo molesta por mis pesadillas tan usuales, pero mi humor cambió en el segundo en que me di cuenta de que por fin era Viernes. Me levanté increíblemente enérgica de la cama y tomé una ducha fría para comenzar bien el día, al salir seguí con mi rutina diaria para ser Esteban lo que me tomaba como media hora por lo que cuando salí de mi habitación Willy y Vegetta ya se encontraban en el comedor.

—Hasta que se levantan.—Dije al ver sus caras somnolientas.

—¿Qué hora es?—Preguntó Guille con voz ronca.

—Son las... 12:45—Respondí después de darle un vistazo a mi celular.

—Dios mío, tengo muchos vídeos por subir.—Dijo Samuel con tono agudo. Solo se tomó unos segundos en servir un vaso de leche y luego salió rápidamente de la cocina para dirigirse a su habitación.

—¿Vas a desayunar?—le pregunté a Willy.

—Sí, estoy que me muero del hambre—respondió con una sonrisa.

Nos sentamos a desayunar un simple cereal y mi mente no paraba de divagar en qué estábamos nosotros solos, teniendo un desayuno. Y no sé por qué pero no dejaba de pensar que parecíamos una pareja, aunque no era algo inusual simplemente hoy lo sentía así.

Tampoco sé el porque me encontraba mirando la sonrisa de Willy tanto tiempo y como sus ojos se achinaban cada vez que lo hacía.

Pero justo en ese momento le prestaba atención a los detalles, mientras platicábamos acerca del día que nos conocimos y no parábamos de reír acerca de las situaciones incomodas gracias a Daniela, esa mañana no lo veía de la misma forma.

—Aveces me pregunto si nos habríamos conocido si no hubiéramos estado en la misma sala de cine.—Comentó Guille después de contarle que aquel día yo no quería entrar a ver esa película.

—Sí nos habríamos conocido, tal vez en otro momento pero yo siempre he pensado que el destino nos lleva de una u otra forma a las personas que debemos conocer.—Respondí luego de unos segundos, intentando expresar lo que pensaba de forma coherente, lo cual nunca he logrado.

—Nunca lo había pensado así—Dijo con una expresión confundida.—Fue una buena platica pero también me tengo que ir a grabar, luego seguimos con nuestras dudas existenciales.—Sonrió y después de dejar su plato en el fregadero, se fue a su habitación.

Me quedé en el comedor sola y decidí ir a mirar un poco de Netflix, ya estaba por terminar la primera temporada de Riverdale. Aunque minutos después el timbre de mi celular interrumpió un momento fangirl por Jughead y aunque estaba algo molesta, contesté.

—¿Hola?

—Esteban, soy Rubius. ¿Majel te contó que vamos a ir a Los Ángeles?—Habló con su tono de emoción.

—Sip, aquí los esperamos.—Dije con un humor distinto debido a que era Rubius y sinceramente nadie podía molestarse con él.

—Bueno, solo necesito que me digas la dirección.

—Te la mando luego, sinceramente no tengo muy buena memoria.—reí al darme cuenta de que realmente no sabía exactamente donde vivía.—¿okey?

—Okey.—Respondió y nos echamos a reír. (Este año estaba muy de moda la película esa y todos parecían hacer esta referencia cada que podían, lo digo por si algunos no entienden ya que han pasado algunos años jeje).

—Nos vemos wero.

—Adiós muyaya.—Se despidió. Me quedé pensando algunos segundos acerca de cómo me había dicho y lo extraño que me resultaba que alguien me llamara como una chica.

Traté de olvidar el tema y continúe viendo felizmente a Jughead hasta que se volvieron las tres de la tarde sin que yo me diera cuenta, solo hasta que vi que los chicos salían de sus cuartos porque tenían hambre de nuevo.

—¿Qué estás viendo?—Preguntó Vegetta, asimilándose a un niño pequeño que pregunta por cada cosa que alguien hace.

Había terminado la primera temporada y me puse a buscar en el menú algo más que ver. Hasta que pasó hora de aventura.

—¡Ahí dejaleeeeeee!—Gritó Samuel con su voz extremadamente aguda, estoy casi segura que estos chicos son la causa de que cada vez estoy más sorda.

—No, por favor no—Pidió Willy pasando sus manos por su cara.

—No me faltes al respeto, hora de aventura vale oro.—Le dije a Wily.

—Estoy de acuerdo, ahora son dos contra uno.—Sonrió Vegetta contento.

Nuestra estupida pelea no continuo debido a que alguien comenzó a tocar en la puerta, aunque más bien parecía que la querían tumbar.

—Alguien abra.—Dijo Vegetta que estaba sentado en el sillón.

—Yo no.—Respondió Willy rápidamente y ambos dirigieron su mirada hacia mí.

—Todo lo hago yo.—Renegué camino a la puerta que estaba bastante cerca pero que aún así era fastidioso ir a abrir, y no reaccioné hasta después de unos segundos.

Era Rubius.

¿Esteban o ____ ? (Willyrex y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora