Único

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Lleva haciendo lo que le dicen desde
qué tiene memoria.
Nunca reprochó nada y siempre
cumplía de excelente manera
cada cosa que se le ordenaba.
Pero ahí, en medio de ese rincón oscuro de la biblioteca, moviendo su pie
al compás de una canción muggle,
escuchada por un aparato muggle.
Sentía que nada lo pararía.
Sí, por primera vez en tanto tiempo
se sentía como lo que era, un absurdo
chico de quince años.














Para Draco Malfoy las cosas siempre habían sido de un modo y de ese mismo modo era como se verían en el futuro. Sin importar que tuviera sus propias ambiciones o que quisiera construir su camino. No, eso no importaba porque debía seguir el mismo camino que habían seguido todos en su familia.
Y no le importaba hacerlo, realmente creía que era lo correcto, es más, siempre creyó que todo lo que hacía y todo lo que su padre le decía era lo correcto. Encerrado en una burbuja donde "Yo tengo la razón y tú puedes irte a la mierda", completamente inquebrantable.

Sin embargo nadie nace preparado, aunque se sepa hablar más de tres idiomas o hacer distintos conjuros, siempre habrá algo que nos saque de órbita.

En el caso de Draco aquello que rompió su burbuja, fue la edad.
Así de simple. Quince años era una edad media, saliendo de todas las infantiles burlas y risas y a unos años de sentar cabeza.

Posiblemente se odio mucho cuando todo su sistema equilibrado fallo, pues, un Malfoy no falla. Pero él lo hizo.

Todo gracias a las horribles hormonas que lo tenían como loco y su actitud hubiese sido más calmada, menos riesgosa, si tan solo su hormonal cuerpo le hubiese pedido ver más allá de la falda que le llegaba a las rodillas a las jovencitas de su edad, u observar los pechos, cuando las más destacables señoritas descansaban en la sala común.

Pero no, su error estaba en cuando, por mero instinto, en un partido de Quidditch sostuvo el brazo de Potter para que no cayera. Fue un instinto, se excuso de prisa con sus amigos.

—Tú, Draco Malfoy, salvando a Potter de llevarse la caída de su vida. ¿Qué demonios te sucede? ¿Seguro eres tú o es alguna poción multijugos?

Contrario a lo que todo el mundo esperaba, hizo exactamente lo que nadie esperaba.

Sonreír.

—Ya no soy un niño. —dijo completamente seguro. Algunos profesores pensaron que el chico había por fin entendido lo absurdo de su enemistad. Pero sus palabras habían sido dichas con segundas intenciones, para que el aturdido Harry Potter, que sostenía su cuerpo en Ron Weasley, las escuchará.

Porque ya no era un niño, era un hombre. Quiso tratar de explicar, que podía hacer cosas realmente interesantes.

Pero él joven Potter jamás escuchó su respuesta y tampoco le interesaba.

Desde ese día la garganta de Draco siempre tenía un sabor ácido, lleno de rabia por momentos, porque sus ojos, cada vez que podían se paseaban sin pudor por el menudo cuerpo de Harry.

Una vez lo vio con shorts, y estuvo feliz durante varios días por observar tamañas piernas, y pensar en  lo bien que se verían en diversas posiciones.

Para Draco, aceptar que sus pensamientos no eran tan malos como creía, le llevó un mes entero. En donde tiró a la basura todas las reglas y enseñanzas que su padre le había dado.
No le importaban en absoluto.

I kissed a boy. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora