~Estoico~ {Maldad-KunxPereza-kun} (Finalizada)

✪~Cap 25~✪

Mi nombre es peculiar.

Mi especie también.

Y entre los de mi especie también soy peculiar la verdad.

Mi familia no es como las demás.

Nada en mi vida es como lo normal... Y eso a veces me encanta y otras veces lo detesto.

...

Estorbo-Kun, catorce años.

Voy a un instituto privado en el centro de la ciudad.

Odio los deberes, odio los profesores, odio a las personas y entre las personas lo que más odio son las mujeres chillonas.

Detesto los perros, hacen demasiado ruido y se mueven mucho... Adoro los gatos, son adorables y tienen un aire demoníaco que me encanta.

Toda mi vida he vivido ignorando a la mayoría de las personas, aunque resulta difícil con mi nombre...

Sufrí de un pequeño "bullying" a los doce años, que se frenó de golpe cuando uno de los niños que me molestaba acabó con un brazo dislocado y la nariz rota :)

Desde entonces el 95% de los alumnos de mi instituto me temen, y eso ayuda a que no se me acerquen y a que gracias a ello no tenga amigos... Como me aconsejó padre.

Admito que odio muchas cosas... Pero la que más es tener que hacerme pasar por un asqueroso humano, ¿dije ya que odio los humanos? También los odio... Menos a papá y Creadora, ellos son diferentes.

Adoro dormir y la sangre.

—Bueno clase... Hoy tenemos con nosotros a una nueva alumna—. Desperté de mis pensamientos y miré hacia aquel viejo cascarrabias, como lo odio, si no fuera porque padre me lo prohibió estaría muerto y digerido por mi estómago...

No, ni siquiera merece que me lo coma... Que asco.

—Preséntate—.

—Me llamo Angela Trisk, acabo de mudarme a la ciudad... Espero llevarme bien con todos —. Apoyé mi cabeza sobre mi mano y miré de pies a cabeza a la fémina.

Cabellos rubios y ondulados, que digo rubios... Dorados, brillaban.

Ojos lilas, grandes y de mirada inocente... Labios finos y rosados.

Elevé una ceja.

—Espero que la tratéis como a una más... Y no la molestéis... Va por ti, Estorbo—. Elevé ambas cejas y me crucé de brazos.

—¿¡Por qué la iba a molestar si se puede saber maldito viejo!? —.

—¡FUERA DE CLASE!—. Me levanté rodando los ojos.

—Puta vida, atrevete a dejarme más de cinco minutos fuera y verás las consecuencias—. Dije amenazador antes de dar un portazo.

Y a los tres minutos ya estaba dentro... Sonreí anchamente, este profesor es un imbécil.

Me senté en mi asiento y observé que la nueva estaba al lado mío...