Entonces...¿Grabamos?

Estoy aquí

Hugh suspiró sonoramente mientras observaba su teléfono una última vez antes de ingresar al fin a ver a sus amigos –aunque fuera solo a Michael porque a James debería verlo tras un cristal por el momento –había pasado una bendita semana y nadie había dicho nada, Bryan se había presentado y fue el único que logro entablar una conversación media decente con Michael para cerciorarse de que estaba bien y que en cuanto estuviera más recuperado iría con el resto para comenzar con su parte de la gira y de las entrevistas. El sonido que hizo Jennifer al chocar levemente contra una de las puertas le saco de sus pensamientos ¿Ya había pasado una semana?, ni siquiera sentía esa semana, era como si hubiera sido tiempo muerto porque no hicieron nada, simplemente estuvieron todo el tiempo sentados en la maldita sala de espera o conversando con un doctor para saber cómo estaban sus amigos, para saber si en algún momento del día podían verlos pero en el fondo –no tan en el fondo –sabían que no podrían hasta un par de días más y es que era como obvio, de milagro de había salvado James y Michael por su parte estaba en las mismas, ambos estaban casi enteros y nadie podría decir que eso no era un milagro, lo normal –por muy frío que sonara –era que ambos hubieran quedado con algún miembro amputado o con alguna secuela post-traumática, incluso el hecho de que alguno perdiera la memoria les parcia más normal que verlos completamente bien a ambos –al menos en lo que James despertara –y se iba a asegurar de que el maldito que les hizo aquello lo pagara bien caro.

Dejo escapar el aire que tenían sus pulmones sin saber muy bien en que momento lo retuvo y se paró frente a la puerta que daba a la habitación de Michael, sabía que el menor había tenido una semana difícil y que había terminado sedado toda la semana –imaginaba el porque pero aun así quiso asegurarse de que estaba bien –asique estaba seguro que posiblemente sería el primer momento desde que le ingresaron que estuviera en sus cinco sentidos en varios días. Observo un momento a Jennifer antes de alargar su mano hasta la cerradura para disponerse a entrar pero la chica parecía tensa y no era de esperarse, más allá de lo que ellos tres –él no se incluía en ese pequeño círculo –llegaran a mostrar en las películas como el hecho de que Mystique era siempre la que estaba con Charles, que le cuidaba y que cuando se fue con Erik también siguió cuidándolo sin importar que, en la vida real era algo parecido y cabía destacar que incluso su relación iba a más allá de simples compañeros de trabajo, podía jurar de barriga que eran como hermanos inseparables asique el hecho del accidente y todo lo que conlleva le estaba terminando de atrofiar los nervios que aún tenía.

-¿Estás bien?-Le apretó el hombro levemente en señal de darle apoyo.

-Estoy...-suspiró sonoramente-supongo que bien-le sonrió mirándole de soslayo un momento-es difícil para mí todo esto, incluso para ustedes pero ya sabes, somos como hermanos-limpió la lágrima traicionera que bajo en contra de su voluntad-pero estaré bien, sabes que puedo-le sonrió-siempre puedo-

El contrario simplemente asintió no muy seguro de lo que su compañera decía pero tampoco es como si pudiera hacer mucho, ella tenía razón, no podía echarse a morir porque sus compañeros estaban mal además debían cambiar la cara, iban a ver a Michael y si tenían suerte también podrían ver a James –aunque fuese a través de un vidrio –solo era cuestión de tener fe en que todo iba a salir bien y que James al fin iba a despertar.

-Es hora-

Terminó por apretar la manija entre sus dedos y la giro despacio dejando que la puerta se abriera sola para darles paso a la única cama que ocupaba la habitación. Pudo apreciar como Michael estaba dormido –Esperaba que fuera esta vez por sus propios medios y no por culpa de aquella droga –se notaba un poco más repuesto a como lo habían visto días antes cuando se desmayó en el pasillo y era una sensación completamente desagradable, sentir que lo único que te queda por hacer es simplemente afirmarlo para que no se golpee contra el suelo es la experiencia que no querría repetir nunca ni siquiera actuando.