03.

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—Soy un idiota— Golpe. —Soy un idiota, soy un idiota, soy un idiota, soy un idi-

—Si sigues golpeándote la cabeza mientras repites todo ello te hará más idiota ¿lo sabes?— Levantó la vista encontrándose con la desinteresada mirada de su Hyung, quien estaba con sus ojos a la pantalla del computador sin importancia. —No me mires así, no puedo hacer nada por ti.

—¿Como sabes la forma que te observo si ni siquiera me estas mirando?— Gruñó desviando su vista hacia otro punto.

—No hace falta que te vea para saber la forma que me miras, nada quitara tu cara de amargado desde que supiste que  Donghan tendría una cita con Yongguk.

Ese era el motivo para estar tan pesimista consigo mismo, después de que el chico bonito viniera a la tienda no hizo nada, solo se le quedo viendo mientras pagaba y se iba. Al día siguiente Donghan le restregaba en la cara que había obtenido una cita con él.

—Hyung... ¿Por qué Donghan y yo no?— Se fundió entre sus brazos sobre el mesón que atendía el mayor.

—No alegues que tu no quisiste atender el pobre chico, para que aprendas a nunca rechazar un trabajo Hyunbin, ¿Quién sabe? La próxima vez entra Song JoongKi y ahí no te esperaré, yo mismo lo atenderé.

—¿De que me sirve aceptar si ya ninguno será Yongguk?

Se le hacia raro llamarle por su nombre, pero le gustaba, quedaba totalmente con la personalidad de él. Fue bastante educado por lo que había visto, era todo lo que esperaba, elegante con sus movimientos, respetuoso, tímido, simpático e inocente. Sanggyun le había dicho que cuando entró a la tienda antes de hacerse el tatuaje parecía una cachorro perdido, lo cual solo despertó más su curiosidad, quería saber porque su chico bonito se quiso tatuar.

—¡Ha sido la mejor experiencia de mi vida Hyungs!— Fue la jovial voz de Donghan mientras sonaba la campanilla de llegada.

—Agh, cállate mocoso.

—¿Y este que Hyung?

—Tiene algo así como una crisis existencial, váyanse a preparar, tienen trabajo— Sentencio el mayor por todos.

—— 🌹 ——

—¡Hey!

La campanilla y aquella voz no le hizo necesario levantar la vista, simplemente siguió dibujando aquel boceto, quería confeccionarlo a la perfección puesto que le quería para su propia piel.

—Oh, Hyung— Gruñó, realmente no quería saber nada de Donghan y lo peor era que trabajaban juntos. —Sanggyun Hyung fue comprar algunas cosas para la tienda, no debe tardar en llegar.

—Esta bien Donghan, gracias— No hacia falta mirar para saber la gran sonrisa que le dedicaba al menor. —¿Que haces Hyunbin?

—Un dibujo nuevo, ¿Te gusta?— Lo levanta mostrándoselo a Taehyun.

Era un ave, pero no cualquiera, un ave fénix a su estilo. Lo más simple y común era la silueta de este, pero los rasgos que le había hecho eran mucho más marcados, dibujado con unas exageradas llamas a su lado mientras que abajo dejaba ver las pocas cenizas que quedaban de su renacimiento. No estaba a color como usualmente era, quería que fuese solamente en negro, después de todo si lograban hacerlo a la perfección se vería bien y el rojo solamente sería un elemento llamativo innecesario.

—Es asombroso Hyunbin, de hecho puedo sentir como los ojos me ven— Susurro impresionado el novio de su Hyung.

—Esa es una de las ideas, traté de hacerlo lo más realista posible sino no valdría la pena todo el empeño— Le sonríe leve antes de seguir con la vista gacha perfeccionando su boceto. —¿Vienes por Sanggyun?

—No, ya sabes, se acerca nuestro aniversario de tres años y estoy rondando para saber que es lo que le gustaría.

—Pues tu sabes como es Sanggyun Hyung, no dice directamente lo que quiere o le hace falta, pero quizá puedes invitarlo a cenar y regalarle algo significativo, una vez vi un libro con la recopilación con los momentos más significativos, podrías hacer algo así.

—Sanggyun Hyung aprecia ese tipo de cosas— Comenta el menor que se encontraba al otro lado de la sala. —También no sé, podrías regalarle flores, la tienda de en frente es ideal.

—No quiero que se sienta como una chica si le regalo flores— Taehyun obtuvo un leve temblor en su espina dorsal, el mayor se ofendía fácil y no quería que lo hiciera el día de su aniversario.

—Pero le gusta, aunque él diga que no, le encanta, estuvo mucho rato hablando de flores con el dueño mientras yo preparaba la maquina para tatuarlo.

Alza la cejas al escucharle, no sabia aquello, por lo cual se mantiene en silencio mirando a Donghan de reojo.

—Quizá haga eso— Suspira caminando hacia la entrada de la tienda. —Bueno mejor me voy antes de que Sanggyun me vea aquí, nos vemos, cuídense.

Y así les dejaban solos nuevamente, lo cual ya era incomodo, ahora se hacia mucho más desde que el menor había nombrado la florería. Soltando un suspiro siguió dibujando en su boceto, debatiéndose si pedirle a Donghan que hiciera el tatuaje en su piel.

Un celular suena y supo que era el del joven, quien no tardo ni unos segundos en contestar, frunció leve el ceño al tan tan animado por leer el identificador, y lo peor se le vino a la mente.

—¡Yongguk Hyung!— Estaba harto de escucharle llamarle así, o quizá estaba harto de que el menor pudiese hablar con él. —¿Ahora? Pues...— Siente la mirada del menor sobre suyo dudativo que llama aun más su atención. —Claro, puede venir.

Sus ojos se abrieron en grande, su chico bonito vendría.



Entre flores y tatuajes - Hyungguk.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora