Matar a Gotze

23 0 0
                                    

No existe otra especie tan autodestructiva como el hombre. No existe otra especie autodestructiva y punto. Fumamos, nos drogamos, nos emborrachamos, comemos hamburguesas, chicitos y galletitas Pitusas; soportamos parejas imposibles, vidas insalubres, rutinas insufribles... Y sin embargo seguimos, tozudos, imperturbables apurando el paso a nuestro final, a nuestra muerte física, o a nuestra muerte en vida, la peor de las muertes...

...

No puedo seguir tomando y fumando así. Ya estoy grande para lastimarme de esta manera. Una resaca en este momento es una H1N1 con las defensas bajas.

Tengo un dolor de cabeza asesino. Necesito tomar algo ya. Agua para empezar, tengo un voraz incendio qué apagar.

Camacho tenía ibuprofeno...

...

Los 45 húmedos grados de este departamento tampoco ayudan. Parece que hubiera una pileta climatizada en el piso de arriba. Y el olor... ¿Hace cuánto que no se baña el cornudo de Camacho?

...

Me tengo que levantar a tomar un poco de agua.

...

No me puedo mover... Me late la cabeza, me retumban los latidos. Como si tuviera 33 mini mineros chilenos picándome la corteza del cerebro.

...

Primero necesito sentarme, de a poco. La pausa que reza la sabiduría de los pueblos originarios. Esos tipos combatieron las peores pestes durante siglos a pura siesta.

...

¿Cómo terminé ayer? No me acuerdo de nada...

...

...

...

Qué final perdimos, la puta madre...

...

Qué cerca estuvimos...

...

No puede ser más triste.

...

La final del mundo...

...

De solo pensarlo se me humedecen los ojos...

Es que las palabras mismas lo dicen: "La final del mundo", así de grandilocuente y absoluto, así de sintético y preciso. No hace falta agregar más y se sabe que se habla de esto. La final del mundo, donde se juega todo, donde todo termina.

Por eso Estado Unidos nunca pudo terminar de apropiarse de todo y China puso fútbol obligatorio en las escuelas. La final del mundo es..., es la final del mundo...

...

Después de... ¿...? ... 24 años de la última final y 28 del último campeonato.

Una vida. Una vida de frustraciones mundialistas, de duros golpes. Pero este fue el peor de todos.

...

...

8 años tenía en el 86..., un nene disfrutando sin entender demasiado, contagiado por una inmensa alegría colectiva.

La más linda de las alegrías.

Después Italia. Dos finales seguidas, igual que ellos... Ahí ya era más grande, un poco más consciente, más fanatizado y ya sufriendo bastante. Se iba perfilando el boludo que soy ahora.

28 años... 7 mundiales... Italia, Estados Unidos, Francia, Corea-Japón... Qué mundial de mierda ese... El país con la mitad de la población en la pobreza y en la desocupación y nos vamos en primera ronda eliminados por Suecia. Si después de eso no triunfó la revolución nunca en la reputísima va pasar.

Matar a GotzeWhere stories live. Discover now