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Dos años atrás

Dejo a un lado la tela negra azulada y tomo el metro de su cinturón de herramientas. Llevaba un año trabajando en aquella tienda, al principio iba a ser solo para tomar experiencia, pero se descubrió a si mismo sumergido y fascinado entre telas.

—Disculpa —Levantó la mirada y observó a la chica castaña frente a él. Alzó ambas cejas esperando que continuara—. ¿Sabrías dónde puedo encontrar una cafetería cerca? —preguntó.

—Claro, hay una, dos cuadras más abajo —contestó él chico pensativo. Ella asintió.

—Muchas gracias.

—Aries, te toca el descanso —le comentó su compañera de trabajo pasando por su lado al momento de guiñarle un ojo. El chico rodó los ojos y dejo su cinturón de herramientas para salir de la tienda siguiendo a la chica castaña.

—Yo también tengo ganas de un café —habló al llegar a ella, la chica lo miró sorprendida.

—Yo más que café quiero algo para comer —dijo encogiéndose de hombros, él rio divertido.

—Soy Aaron, pero me dicen Aries.

—Soy Sonia, me dicen Sagi —se presentó ella también, acepto su mano estirada y la estrechó.

Siguieron caminando hacia la cafetería conversando de cómo habían surgido sus apodos y cómo los tenían tan incorporados que casi lo tomaban como nombres.

...

Hizo una mueca al darse cuenta de que su amiga se había comido ya la mayoría de las donas que había comprado, solo ella era su competencia al comer, no había conocido a otra persona tan amante de la comida como Virgo después de ella.

—Te odio.

Su amiga la miró confundida, luego notó que ya llevaba más de la mitad de las donas en su estómago.

—De acuerdo, vayamos a lo importante ¿qué es exactamente lo que querías contarme? —preguntó Virgo limpiando la comisura de sus labios al acabar la última dona que comería.

—Quería hablarte de que las vacaciones —contestó Tauro.

—No iré de vacaciones este año, no tengo ánimos Tau —murmuro Virgo bajando la mirada a sus zapatillas.

—Lo sé, pero estuve hablando con mis padres y tu madre, y todos estuvieron de acuerdo con mi genial idea —habló la chica sonriendo emocionada.

—¿Qué idea? —preguntó algo temerosa Virgo, la última vez que su amiga había tenido una "genial idea", ellas terminaron en la cárcel.

—¡Nos vamos de vacaciones a Italia! —gritó Tauro elevando sus brazos para darle más énfasis. La otra chica parpadeo atónita.

—¿A Italia? —preguntó luego de unos segundos—. Yo con ir a Mar del Plata quedaba contenta —agregó ladeando la cabeza pensativa.

—Bueno, si lo dices así, llamó a... —Virgo la interrumpió con un grito.

—¡A Italia carajo!

...

Iba apurado, debía entrar a trabajar en diez minutos y todavía le quedaban más de veinte calles por recorrer. No se dio cuenta cuando sucedió, solo se vio volar por los aires y luego chocar duro contra el pavimento provocando que un gran dolor se extendiera por todo el cuerpo.

—Maldición —maldijo por lo bajo y se intentó levantar, pero varias punzadas provenientes de su pierna lo dejaron inmóvil.

—¡Oh por dios! Lo siento tanto, lo siento, lo siento, lo siento.

Apesta a Romance #Zodiaco  |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora