Desliza tu cuchillo

Seduce me

Los sicarios como bien es sabido son contratados para asesinar a cambio de bienes, a veces sus métodos no son los más convencionales pero algunos resultan ser los más efectivos como la; seducción, un juego donde solo hay dos personas, mientras este juego se lleva acabo lo que pase en el exterior no importa solo están ellos dos...tratando de hacer este asesinato aún más interesante.

-Banba ven aquí.-

El castaño estaba desorientado en estos mismos momentos, ya que últimamente Lin lo evitaba con mucha frecuencia, sus usuales insultos que resonaban por el departamento de un momento a otro se acallaron. 

Mera era su curiosidad al saber la razón por el cual lo evitaba; por un extraño motivo, desde que Lin llegó a su vida no ha podido vivir sin el a su lado, la necesidad de un compañero que este junto a él en todo momento se ha vuelto un martirio.

-Acaso estas sordo Banba.-

El escuchar el primer insulto en semanas, hizo remover una parte de su corazón.

Sin temor alguno se acerco lentamente al que se encontraba dándole la espalda en estos precisos momentos, fue sorprendido al ser tirado de un jalón sobre su propio sillón.

-Lin-lin, que sorpresa que tu hayas tomado la iniciativa.-

Silencio.

La idea de que algo estaba mal con el contrario pasó rápidamente por la mente de Banba; pero se desvaneció al escuchar un insulto acerca de su comentario.

-Cállate Banba-pervertido.-

-¿Qué pasa mi querido Lin-lin?-

-He tenido unos pensamientos muy raros, rondando por mi cabeza Banba.- habló Lin mientras posaba sus manos en el pecho del más alto.

-¿Qué tipo de pensamientos tienes?- la mirada del castaño antes era neutra.

Pero al sentir el tacto de aquellas finas manos sobre su pecho lo hizo estremecer, lo estaba...seduciendo.

-Cosas.- susurro el rubio en el oído de Banba, antes de darle una lenta lamida en el lóbulo de esta.

El castaño estaba en shock, no esperaba tal atrevimiento del contrario, conociendo que este es la persona que menos ansiaría aquel tipo de tacto.

El oji morado tomó, delicadamente las manos del mayor colocando las en sus hombros; y llevando las suyas debajo de la camisa que llevaba; tomando con delicadeza la pieza clave para su obra maestra.

Traición. El arma menos esperada.

Banba estaba como en un sueño al sentir el tipo de roces que estuvo esperando por tanto tiempo de su amado. Sin pensar subió sus manos a la nuca de Lin, tomando lo por sorpresa.

El castaño no era de los que te preparaba con amabilidad, el busca esa pieza que lo va a complementar, que marcaria como suyo por sobre todas las cosas.

Y digamos que es muy lógico que tenga a Lin en la mira.

Engaños. Mentiras que te hacen ver otra realidad.

-Te amo.- musito el castaño al finalizar con aquel pasional beso.

Las manos de Lin se paralizaron y sus ojos se llenaron de emoción al escuchar esas palabras.

-Yo....también-

Mentiras. Verdades falsas que buscan engaños y traiciones; pero que contienen cierta pizca de verdad.

El asesinato, no es un deporte, tampoco una diversión, pero es lo que a veces apasiona a muchos; matar por poderel ahogarte en aquel color carmín; la sensación de que estas vivo; el amor es un arma de doble filo; al igual que la seducción.

Siempre esta ese típico cliché en el cual el asesino termina enamorado de su objetivo, se enamoran y por azares del destino uno de los dos tiene que morir pero saben de donde viene esto; si de la seducción.