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capitulo 8

Quisiera tener el control de mi vida, me concentro en todo lo negativo ignorando lo positivo, ¿Ves como los colores se mezclan? Así son mis emociones...Negro, rosado, morado y azul. 

-Dime alex, que te perturba?.-Pregunta mi psiquiatra, sacándome de mi trance.

-Pienso demasiado....-Juego con mis pulgares.

-En que piensas?.-Pregunta haciendo un sonido irritante con su lapicero..

-En mi vida...En el colegio, en mis padres. Veras...Todo se vuelve un caos cuando comienzas a sentirte sin espacio, comienzas a sentirte asfixiada por las personas a tu alrededor...

-Cuantas personas a tu alrededor pueden hacer que te sientas asfixiada?.-Ella rueda los ojos.

-Por ejemplo, TU.-La miro con furia.-¿Es que no entiendes verdad? Odio que la gente se acerque a mi, y no es por ser odiosa, sino porque cada vez que lo hacen es para darme una mala experiencia o para pedirme favores.

-Sabes que? Trato de ayudarte , sino me pagaran por soportarte no lo haría mocosa.-Se incorpora, seguidamente a acomodarse sus lentes.-Ok, perdón, no fue mi....-Le interrumpo.-

-¿Sabes que? No te culpo. En realidad, solo te pagan por escucharme, si quiera me prestas atención, solo me mandas pastillas y ya, no se por que hablo contigo.

Ella niega con la cabeza.

-Hanna, no te doy consejos, porque simplemente me ves como otra desconocida, y en realidad, eso es lo que soy. Quisiera que lleváramos una relación mas calmada ¿sabes? Pero para eso, tienes que evitar encerrarte en ti, libera esos demonios que tienes en un interior.

Yo asiento.

-lo siento, aveces me cuesta confiar, porque cada vez que lo hago, me terminan defraudando. Y si te dijera lo que me esta pasando, no me creerías para nada.

-No  saldrá  de esta habitación Hanna.

-En la primera consulta...Te dije que todo había disminuido.-Toco mi frente tratando de aclarar mis ideas.-Pero igual, siento miedo, tengo miedo las 24 horas del día. No soy estúpida, mi madre ha estado muy nerviosa, creo que mi casa esta embrujada o algo así...A demás, he tenido pesadillas, he leído sobre esas cosas, ya sabes "Encuentros paranormales" Pero no estoy segura. Mis padres son escépticos...No les he hablado del tema en estos momentos, pero hace años los tenia fastidiados con ese tema, la ultima vez que lo toque mi padre me grito muy feo, y hablar de eso en casa, para mi, desde ese dia, ha estado prohibido.

-Hanna, no se que decirte, soy psiquiatra, no una medium, o algo así, deberías de investigar mas del tema.  

-Debí suponer que tu tampoco ibas a creer eso

-No.-Me interrumpe.-Yo si creo Hanna.-Ella desvía la mirada a un lado de la habitación.- Me encontraba de vacaciones en el campo...Lindo paisaje, había un lago hermoso. Una casa, tenia todas las comodidades. Un día hicieron una fiesta para celebrar todo lo que se había cosechado. Tenia unos 7 años en ese entonces. Algo que nunca había visto en alguien mas, lo vi en el. Sus ojos, eran de un color gris, hermoso, era de noche, y su mirada brillaba, sin embargo, sus gestos me atemorizaban. Traje negro y sombrero. Me dedico una agradable sonrisa , me llamo con su dedo indice, yo tuve curiosidad, y le obedecí. Le pregunte quien era, y que quería...Nunca lo había visto por esos lados, empezó a reírse de una manera muy extraña, muy ruidosa, pensé que estaba loco, y en el fondo, me dio mucho miedo, de no estar con esas personas, a mi alrededor, no se que hubiera sido de mi. "Te estaré vigilando" Fue lo único que me dijo. Y de allí no supe mas nada de el, no quise comer por semanas, ni salir, y no quería estar sola...Marco mi vida. Y tal vez fue mi imaginación, tal vez no. Pero tengo una ligera fe de que existe algo mas allá de lo que el ser humano no puede captar a simple vista. 

-Doc. Ya van 20 minutos de retraso, la otra paciente esta esperando.-Dice su secretaria.

-Esta bien, un momento.-Dice.-Cuando quieras, puedes venir a verme, investiga mas, infórmate, y averigua el pasado de tu casa. Yo si creo en ti Hanna, si hay problemas que tenemos que arreglar en ti. Pero de que estas loca, no.

-Me alegra saber que alguien halla pasado por lo mismo que yo. Gracias. Yo tengo su numero, cualquier cosa, te escribo, nos vemos.

Ella asiente. Y yo giro me apresuro a la puerta. Me detengo en la puerta, antes de salir y le doy las gracias nuevamente.

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