Capítulo 10

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A mitad de la noche, el pelinaranja se despertó de golpe, a causa de un leve  alarido, proveniente de los labios de la castaña.

Oh no.

Se había quedado dormido cuando se suponía que debía velar a su hermana.
De inmediato fue a atenderla. Sabía lo mucho que le debería de estar doliendo. Pero sabía también, que ella era lo bastante fuerte como para soportarlo.

—Tranquila... ¿Duele mucho?

Un agudo gemido fue la respuesta.

A modo de consuelo, el hijo del Bandolero, se acomodo al lado de la castaña y la rodeó en un caluroso abrazo. No sabía que hacer. Pensó que un abrazo podría animarle y reconfortarle. De algo tenía que servir, no estaría dispuesto a perderla, y vaya que casi lo logra.

—Trata de dormir, no pienses en el dolor. — Ella solo se acurrucó en sus brazos y cerró los ojos hasta quedar profundamente dormida.

Si, así es, Birk la reconfortaba, era su fuerza. Con él se sentía segura, todas sus penas y temores desaparecían.
Poco tiempo después, el muchacho imitó el acto, producto del cansancio.

...

—Kjerstin, tenemos que hablar. — Su tono firme, llamó la atención de la chica.

—¿Cómo sigue Ronja?

—¿Eh?... Ah,  huh, aún sigue débil, Pero no venía a hablar de eso, bueno si, no, no si, no, bueno. —La muchacha enarcó una ceja sin comprender muy bien. — ¿Cómo decirlo? —Susurró. —Sólo quiero lo mejor para ella, y no volveré a poner su vida en riesgo.

—Lo entiendo. Quieres que ella quede fuera de la competencia.

— No sólo ella, es mejor para todos si terminamos con todo esto.— La chica lo miró fijamente. — Lo que quiero decir que no volveré a poner ni una vida más en riesgo, es lo mejor, que esa bestia nunca sea domada por nadie de nosotros, si alguien más quisiera domarlo, ese ya será su problema, pero nosotros ya no. Ronja ahora está pagando por mi culpa y eso no se va a repetir con ninguno de nosotros. Se terminó.

Su corazón se estrujó y apiñó en una dolorosa culpa que lo destruía por dentro.

—Sé perfectamente como te sientes, pero Birk, esto no es tu culpa, fue solo un accidente.

—Accidente o no, si tan solo la hubiera escuchado, si le hubiera hecho caso, ella estaría bien. Nada de esto habría pasado, ella no estaría sufriendo, trató de advertirnos... — Hizo una ligera pausa, y entonces, en ese momento algo se rompió dentro de él.— Pude haber hecho algo, todo pasó tan rápido, ni siquiera fui capaz de moverme.— Las lágrimas amenazaban con salir mientras su voz se quebraba.—¿Por qué mejor no me tocó a mi?

Kjerstin comprendió lo que el muchacho debía de estar pasando, lo culpable que se sentía por lo ocurrido. Hace algunos días no era capaz de comprender el inmenso cariño que se tenían los supuestos "hermanos", ahora lo sabía. Así que trató de animar al chico que comenzaba a derrumbarse tras el sentimiento de culpa, melancolía y pena que lo invadía.

—No siempre podemos elegir nuestro destino, las cosas pasan y pasan por una razón, muchas veces no podemos evitar lo que por suerte del destino nos toca vivir, pero podemos aprender de estas lecciones y hacernos más fuertes, no significa que alguien sea el culpable, es lo peor que podemos hacer, buscar culpables a algo que tal vez no tenga explicaciones y cargar con una culpa no cambiará nada al contrario destruye más a quien se cree culpable.

> Hoy le tocó a Ronja, pudo haber sido cualquier otra persona, hemos aprendido algo. No dejaremos a Ronja estaremos con ella hasta que se haya sanado por completo, igual que hubiéramos hecho si fuera cualquiera de nosotros.

Sanzoku no Musume Ronja (BIRKNJA)Where stories live. Discover now