POV. JEONGHAN
Pasaron lo que parecieron años, cuando por fin pude salir de dónde me encontraba encerrado. Fuera no había nada muy diferente. Las paredes eran de un gris pálido (casi blanco) y todas las oficinas estaban repletas de ventanales. El sonido era el de siempre, la gente tecleando en sus computadoras y cotilleando entre sí. Sólo un día más en la oficina.
- Joven Yoo, por aquí por favor.
Seguí a la secretaria por todo el edificio, viendo cómo los empleados trabajaban y tomaban distraídamente su café.
Unos minutos después, llegamos a la oficina de mi padre. Probablemente era el lugar que menos me gustaba de el edificio entero. Me hacía sentir enjaulado y expuesto, aunque nadie pudiera verte más quién estuviera dentro. Giré la perilla y entré.
- Padre...
- ¿Qué necesitas esta vez, Jeonghan?
- Sé que sigue molesto conmigo por haberme escapado la otra noche, padre. Pero vengo a pedirle un pequeño favor. Verá, en una semana va a haber una presentación de teatro a la que quiero ir, y pensaba que tal vez...
- ¿Otra vez una de tus estúpidas presentaciones? ¿Cuántas veces te he dicho que si tú no vas a ser la estrella, no tiene caso verlas? No entiendo cuál es tu afición por ver lo que hacen otras personas sin talento. El talento lo tienes tú, y eso debes de demostrarlo, no quedarte sentado en una silla barata viendo cómo otras personas se pasean en un escenario.
- Pero padre, yo...
- Pero nada, Yoo. No voy a gastar mi dinero en esas cosas. No otra vez. Ahora, ¿Desde cuándo estás faltando a las clases de violín? Nayeon me dijo que le has estado diciendo al profesor que te sientes mal sólo para no asistir. Eso es inaceptable, para mañana voy a mandar a un profesional para que vea que tan bien puedes tocar el violín, y si me dice que te falta experiencia, no vas a volver a salir de casa hasta que lo hagas excelente, ¿Oíste?
- Sí, padre.
- Ahora sal de mi oficina, tengo una junta en media hora.
Me di la vuelta y empecé a correr. Si él quería que saliera, eso iba a hacer.
Sólo estaba esperando el momento en que me dijera que quería que saliera de su vida. Y cuando lo hiciera, tampoco iba a dudar en salir corriendo.
🐳🐼
Moonbin estaba sentado en la esquina de su cama sin hacer nada en especial. Samuel, su gato, se había quedado dormido, dejando al chico deseando alguien con quien jugar.
Justo cuando estuvo a punto de quedarse dormido, recordó la tarea que tenía pendiente. Se levantó de donde estaba sentado, y sacó sus libretas con la intención de hacer algo productivo.
Mas una vez las tuvo afuera, se quedó pensando en los meses pasados. Pudo darse cuenta de lo mucho que había cambiado.
Al principio, su vida apenas y le importaba, causando que fuera tímido y cerrado. Sin embargo, gracias a sus ahora amigos, había recuperado su felicidad y su carácter extrovertido.
No sólo eso, si no que había hecho amistades que estaba seguro que durarían mucho tiempo.Mientras pensaba en todo eso y más, abrió una de sus libretas por la mitad. Al hacer esto, de uno de los lados, salió volando un pequeño cuadrito de papel.
Moonbin lo levantó del suelo, examinándolo. De uno de los lados, decía:
¡Hola Bin! ^^ Soy Eunwoo~
Lamento no haberte regresado tu libreta antes, pero prometo que todo está como cuando me la prestaste. Espero que aruebes el examen y tengas un lindo día. 🌞
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Forbidden {Binwoo}
Fanfiction"En un mundo donde las marcas en la piel te dicen quién es tu alma gemela, él nunca sintió que la suya era la correcta." "Si ellos dicen quién es mi alma gemela, entonces prefiero vivir en la mentira"