Soul Sword

Capítulo 1: Selección

Hola a todos, aquí Suin de vuelta en esta pag que me saco canas verdes conocida como Wattpad, como verán re-subí mi historia pero totalmente editada, y en capítulos posteriores la historia va a ser un poco diferente pero manteniendo la misma esencia, espero su gran apoyo para poder continuar esta historia, más tarde subiré otra historia que creo que a algunos le va a gustar un poco, más que todo a los lectores masculinos. No me alargo más y espero que disfruten del cap. Bye.

Capitulo 1: La Selección.

-_En algún lugar de la Ciudad_-

En lo alto de un edificio, se podían apreciar cuatro siluetas, a quienes pertenecían era un total misterio, ya que las cuatro estaban cubiertas de pie a cabeza de una túnica de color negro que daba cobertura en la negra noche. Una de las figuras dio un paso adelante para admirar bien la ciudad antes de soltar un ligero bufido, las otras se acercaron al escuchar eso y esperaron las órdenes.

—Ciudad muy particular, muy bien...— se cruzo de brazos, —Que comience la Selección— y al decir eso, las cuatro figuras saltaron del edificio.

-_Volviendo a la trama_-

Una noche en la Cuidad de Brooklyn, las calles eran más concurridas de lo usual, los amigos y compañeros de toda la vida salían a divertirse a sitios del placer o simplemente en bares normales, los puestos de comidas atendiendo como podían a la gran cantidad de clientes que le llegaban, tabernas de baja monta sacando borrachos que causaban problemas y una que otra mujer en busca de compañía masculina; lo usual en una gran Ciudad.

En unos de los callejones en las partes más recónditas del barrio rojo de la ciudad, vemos a un hombre de unos 40 años de edad corriendo desesperadamente como si estuviera escapando de algo o de alguien. Pero en un dobles mal planificado llego a un callejón sin salida, pues su ruta de escape quedo obstruida por una gran pared que a simple vista sería muy difícil escalar; y justo cuando estaba pensando sobre las opciones que le quedaban, escucho como un bote de basura muy cerca de él caía haciendo ruido.

— ¡Por favor, por lo que más quieras; no me mates! —se dio media vuelta y se apoyo de la pared mientras rogaba miserablemente.

—Creo que tu deseo no se verá cumplido— escucho la voz del que era su cazador, el cual todavía no lograba ver debido a la penumbra que inundaba el callejón, —La mujer, a la cual cruelmente asesinaste tenia esposo e hijos; ¿No crees que extrañaran su presencia? — se vio la silueta de alguien acercándose, y justamente en ese momento un helicóptero con un gran farol paso sobrevolando el callejón haciendo que la silueta quedara reconocible.

Se trataba de un joven de unos 15-16 años de edad, un cabello color cobre con toques marrones le llegaba hasta un poco más arriba de los hombros, aunque el color de sus ojos no se pudo diferenciar por el breve instante en que la luz le apunto, si se podría apreciar la expresión con la cual veía al hombre de la segunda edad. Su vestimenta consistía en una sudadera verde pantano con unos pantalones de camuflaje gris oscuro, además de unos zapatos blancos; en su mano derecha llevaba un reloj color rojo carmesí y en el dedo anular tenía un anillo de oro con una piedra de plata incrustada.

—Por favor, te prometo que nunca volveré a asesinar a nadie en mi vida— se agacho y empezó a rogar miserablemente por su vida.

— ¿Tuviste piedad con la mujer que mataste? — De un movimiento rápido le agarro por el cuello y lo incrusto en la pared, —Pues yo vi que no, así que— su rostro embozo una sonrisa tan tétrica que el hombre sintió un miedo de muerte.

—P-Por favor, pi-piedad— le rogo en un último intento.

—Acabemos con esto de una vez— estiro su brazo y abrió su mano lo más que pudo, al tiempo que un especie de círculo se formo en su mano y de allí se materializo una espada de una mano, pero lo raro de esa espada es que su color era casi totalmente negra y tenía unas series de "Venas" que salían del mango de la misma y se dispersaban por toda la hoja, esta extraña decoración parecía una especie de energía plateada que se movía, copiando el movimiento de un rio, —Nos vemos en el infierno— eso fue lo último que el hombre escucho.