Cap 4: La Nueva Gema

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Zafiro estuvo gran parte de la tarde hablando con Steven sobre Rubí hasta que llegó un momento en el que Steven no aguantó más y le preguntó acerca de la historia que ambas habían prometido contarle como regalo de cumpleaños.
Zafiro pareció sorprenderse al darse cuenta que se había olvidado de ese detalle, cosa que no solía pasarle, y sus mejillas se enrojecieron levemente.
Ella sabía que no podría contar ese relato sin Rubí, entonces, inteligentemente le dijo a Steven que deberían volver a casa ya que el cielo se estaba oscureciendo y, así, arreglar las cosas todos juntos.
Al principio, Steven se negó a volver a casa, pero al ver que comenzaban a caer unas diminutas gotas al suelo, creyó conveniente regresar a su cálido hogar. Así de paso podría aprovechar para comer algo, pues estaba hambriento, y tumbarse en la cama ya que llevaba todo el día sentado en una roca.
Cuando se estaban dirigiendo al portal de repente cambió radicalmente de opinión y, dándose media vuelta, corrió lo mas rápido posible para alcanzar... nada, no había nada allí, no sabía a donde iba ni por que se dirigía tan rápido.
Lo único que sabía es que su cuerpo parecía moverse por inercia, cosa que a él no le hacía mucha ilusión.
Mientras se separaba cada vez más de Zafiro, se dio cuenta de que su gema estaba emitiendo aquella luz tan característica que siempre emanaba de esa zona cuando pasaba algo raro.
Hacía bastante tiempo desde que había logrado controlar su gema y su escudo y no entendía que podía estar ocurriendo como para que brillase de esa manera.

Había dejado atrás el campo de fresas y se había echo de noche cuando se detuvo súbitamente ante un templo un tanto extraño.
Era una especie de templo gema pero que para nada reconocía. Estaba en muy malas condiciones y presentaba unos grabados que no lograba entender.
Estuvo unos minutos pensativo dudando entre si entrar o no pero finalmente decidió que debía entrar ya que su propio cuerpo le había traído hasta ese lugar.

El interior era amplio y presentaba un altar en el centro. En cada una de las cuatro esquinas se encontraban unas esculturas de tamaños variados (una pequeña, dos grandes y una gigante) que miraban directamente hacia una especie de vasija que se encontraba encima del altar y justo debajo de una estructura gigante que estaba pegada de mala manera al suelo.
Decidió bajar los cuatro escalones que le separaban de la explanada para acercarse a aquella especie de vasija que le resultaba tan peculiar.
Cuando llegó a la explanada pudo observar que el techo estaba abierto por la parte que se encontraba encima del altar.
Justo en ese momento, la luz de la luna atravesó el agujero del techo e inundó la sala de una luz que a Steven le produjo una sensación de escalofrío por toda la espalda. ¿Sería ese algún tipo de refugio que usaban las gemas para hacer sacrificios?
Eso no lo sabía pero tenía que continuar investigando si quería averiguar que hacía allí.

Mientras intentaba descifrar los jeroglíficos situados entre la estatua mas pequeña y una de las grandes tuvo la horrible sensación de que alguien le observaba.
Pensó que era algo imposible, que el templo llevaba años sin tener ninguna visita, lo cual era algo normal en él ya que muchas veces tenía esa sensación cuando, en realidad nadie le observaba, pero esta vez era diferente.
Escuchó un ruido que parecía provenir de la recámara situada a la derecha de la estatua de proporciones gigantescas.
En ese momento estaba paralizado por el miedo, sin saber que era ese sonido y de que o de quien provenía.

Decidió acercarse un poco más cuando escuchó por segunda vez ese ruido que tanto le atormentaba y se dirigió hacia el lado contrario de aquella enorme habitación.
Entonces fue cuando se fijó en la más pequeña de las esculturas. Presentaba un pelo alborotado y una nariz de pequeño tamaño. Su mirada reflejaba desesperanza probablemente debido a la guerra que años atrás había obligado a su madre a tomar decisiones extremadamente complicadas. Sus hombros estaban cubiertos por hombreras de forma un tanto irregular y los brazos parecían estar tapados por unos guantes alargados.
En el abdomen presentaba una forma en relieve que no lograba diferenciar con facilidad del resto del cuerpo ya que la estatua estaba muy deteriorada.
En ese instante volvió a escuchar el estruendo pero esta vez seguido de una bestia cuadrúpeda multicolor que poseía una gema en la parte superior del pecho.
Esta se abalanzó sobre Steven intentando eliminarlo, y lo hubiese conseguido de no ser porque en ese momento apareció Granate que derrotó al temible monstruo de tan solo un golpe.

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⏰ Last updated: Feb 13, 2019 ⏰

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