Capítulo extra | Maquillaje por carne.

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El día para los sombrero de paja no era algo cálido, el friolento viento les ponía los pelos de punta y por esa razón nadie salía afuera del barco

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El día para los sombrero de paja no era algo cálido, el friolento viento les ponía los pelos de punta y por esa razón nadie salía afuera del barco. Sanji se encontraba en la cocina preparando ya la cena para los mugiwaras, quería descansar un poco así que haciendo las cosas de una vez sería muy ventajoso. Inexplicablemente, Zoro dormía en la cocina, como no causa problema, el rubio no buscó enfrentamientos con él.
En consecuencia, todo permanecía en silencio.

Robin leía tranquilamente mientras acariciaba la pancita del doctor quien se encontraba durmiendo a un costado de ella, Usopp y Franky también se encontraban con un cansancio extremo,  acompañaron a el doctor durmiendo pero a una debida distancia con la arqueóloga, pues esta solo aceptaba a Chopper. Brook seguía despierto dándole una tranquila conversación a Robin, y molestándola con el peliverde, aunque eso fue solo una vez, puesto que el esqueleto la respetaba, y al verla perder su demasiada paciencia, tuvo que cambiar de tema.

Nami ya estaba por terminar su mapa, le había tomado mucho tiempo poder graficar a causa del frío, llevaba una chompa y una gorra que le abrigaban, pero eso no parecía protegerla del todo, seguía sintiendo como el aire traspasaba las prendas para después dar un típico tembloncito en todo su cuerpo. Al cumplir con su trabajo, no puedo evitar soltar un suspiro y estirar sus brazos para permitir relajarse.

Le parecía extraño.

No tener a Luffy molestándola le inquietaba un poco; sí, a veces no podía ni soportarlo y la única solución era darle un golpe para que se calme, pero, honestamente, le agradaba que este le preguntara cosas que desconocía cuando hacía su mapa.

Salió del cuarto, una ráfaga de aire hizo que su cabello volara bruscamente y chocara contra su rostro impidiendo lograr una mejor visión; sin embargo, por un instante, pudo captar a el pelinegro sentado en la cabeza del león, y cuando sacó con desesperación sus mechones ondeantes de su cara, no tuvo duda.

El sombrero de paja ni siquiera llevaba abrigo.

Aceleró sus pasos y fue hasta él, no le importó si sentía nuevamente el frío apoderarse de ella puesto que se encontraba preocupada.

Los celos de Monkey D. Luffy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora