C.22*

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La mañana fue tranquila, por la tarde me volvi a encontrar a Liam.

-Danielle- me llamo, estaba por entrar a una conferencia.

-¿Que sucede?-cada vez que lo veia mi corazón se aceleraba.

Rasca su nuca, esta nervioso.

-¿Quieres salir a cenar conmigo?- debería de recuperar el tiempo perdido, cada noche pensando lo mismo, algunas veces las pesadillas se hacian presentes pero en todas ellas estaba Liam, nunca me dejaba.

-Si, salgo a las ocho- observe mi reloj de mano. Apenas eran las cinco de la tarde.

-Bien. Te buscare- y antes de irse me dio un beso que me desarmo. La conferencia ya no tenia importancia solo sus besos eran lo que queria.

-Te estare esperando- sonrei y aunque me fuera imposible deberia de entrar a la junta.

Las horas pasaron tan lentas. Mis manos y piernas temblaban de una manera que era extraño para mi.

-¿Todo bien Danielle?- me pregunto Elias, un compañero y gran amigo este año.

-Si- le sonrei, queria irme ya, anhelaba cada segundo pasarlo con Liam.

-Bueno, oh, te esperan afuera- y sin decir mas se fue.

Sali de ahí tan pronto y termino la conferencia.

-Hola- salude timida, Liam aún llevaba su traje con el que hizo la entrevista. Mi atuendo era el de oficina, una falda de tubo color arena, y una blusa en color blanco.

-Estas hermosa- mis mejillas tomaron un intenso color rojo y el calor aumento.

-Basta, hace horas que me has visto igual- golpe su hombro.

-Ahora que te encontré no dejare de decirte lo maravillosa y hermosa que eres. Fue un año muy largo...- me tomo por la cintura y aparto el cabello de mi rostro y acerco sus labios a los mios.

Su calor era tan placentero para mi que el simple hecho de separarne era lo que menis queria.

-Llegaremos tarde- dijo, no entendia de que hablaba. -Al restaurante- me sonrio como si leyera mi mente.

-Vamos- tomo mi mano y caminamos.

El viaje fue silencioso, sabia que aún no era tiempo de hablar pero es necesario hacerlo.

Entramos al restaurante y tan pronto tomamos lugar las palabras y anecdotas fluian, el tiempo pasaba tan rápido que apenas nos pusimos al tanto de un par de cosas. Pero el próximo fin de semana saldriamos ambos a ver a Michelle, Liam no dejo de preguntar por toda su vida, sus primeros pasos, sus balbuceos como si fuera su verdadera hija y estuviesen separados.

Amaba a ese hombre y el haberlo dejado un año fue lo mas doloroso que he hecho.

El Marin ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora