La Familia (I)

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Emilio:

Hijo mio, se que tus asuntos en Argentina te tienen muy ocupado, pero muy a mi pesar debo pedirte que tomes el primer vuelo a Italia, hay muchos problemas que resolver, los enemigos de la familia conspiran hoy mas que nunca en nuestra contra, me temo que hay un traidor entre nosotros, una asquerosa rata que trabaja para alguien mas y tuvo el descaro de traicionarnos, la paranoia y la incertidumbre nos esta matando, debes venir, tu familia te necesita.

                                     —Tu Padre

Leí la carta de mi padre por ultima vez, la doble perfectamente y la guarde en el bolsillo interno de mi saco, hacia varios años que no pisaba suelo Italiano, tanto, que ya había olvidado el olor a mi tierra natal.

Tome mi bolso firmemente y me dirigí directo hacia las grandes puertas del aeropuerto al instante de que salí una ola de viento helado recorrió todo mi cuerpo, una leve llovizna decoraba la tremebunda noche iluminada por un millón de hermosas estrellas, mi país conservaba la magia y la belleza que recordaba, pero en mi mente un eco desolador se dejaba escuchar ¿que cosas habrán cambiado? ¿alguien por fin lo a descubierto? pues mi padre no era un hombre difícil de impacientar, mucho menos de intimidar, pero en esa carta estaba impregnado una mezcla de miedo y desesperación tapados por un llamado de auxilio desesperado como un joven niño que grita en el fondo de un pozo esperando a que alguien pueda orilo.

Me quede ahí parado con un semblante de acero observando la bella noche y la gigantesca luna que lo iluminaba todo de una manera hermosa y uniforme, hasta que por fin de entre la multitud un joven escandaloso dio su esperada aparición, mi primo, vestido con un fino traje negro a medida, un sombrero del mismo color y una implacable corbata roja que resaltaba por la tonalidad de su traje, incluso antes de que estuviéramos cerca grito:

—¡¡Cugino!!, ¿com'era il volo—(Primo, ¿como estuvo el vuelo?) No pudo retener la mezcolanza de su ímpetu juvenil y su alegría de volver a verme después de 3 largos años.

Ni bien llego a mi solté el bolso y lo abrase, físicamente había cambiado, era mas adulto y mas fuerte, pero aun no superaba mi bien mantenido cuerpo, lo mire al rostro y seguía siendo el mismo de siempre, bien parecido con una mirada firme pero juvenil adornada con unos ojos castaños claros típicos de nuestra familia, unas cejas ligeramente tupidas, una nariz abundante que lo hacia lucir como un hombre serio de tratar, una pequeña cicatriz en la barbilla y ni un solo pelo en su barba perfectamente afeitada con navaja.

—Molto Bene, le hostess sanno come trattarti— (Muy bien, las azafatas saben como tratarte) ambos nos unimos en una riza jubilenta y eterna.

—Non ne dubito— (no lo dudo) me contesto mi primo entre risas y carcajadas —Dai, ti porto a casa (vamos, te voy a llevar a casa).

Tome mi pequeño bolso, respire hondamente y me adentre en la profundidad de la noche fria y estrellada en la compañía de mi primo, "bienvenido a casa Emilio" dije para mi mismo, por alguna razón todo en este lugar se giraba a verme como si una magia desconocida conspiraba para darme la bienvenida.

Segui a mi primo entre la molesta multitud de personas, que al igual que el, esperaban a alguien, un ser querido, un amigo, o salemntr un cliente fácil de engañar y al final de nuestro camino un elegante auto grisáceo esperaba nuestra llegada, en ese mismo instante lo vi, ese era mi boleto al mundo que había abandonado varios años atrás y para este tren, solamente hay un boleto de ida, al menos esta vez.

Entre en el asiento del copiloto y tire mi bolso a los asientos traseros sin fijarme exactamente donde cayo, tampoco me importo pues no había nada de valor o frágil en el solamente un poco de ropa que probablemente no usaría, un largo camino nos esperaba a casa unas tres horas y media al menos, pero por la forma de conducir de mi primo probablemente estaríamos allí en menos de una, ni bien arranca el auto un silencio incómodo nos invadió pese al largo tiempo que llrvabamos sin vernos el no tenia nada que decirme, o al menos, no sabia como hacerlo, no me importo nunca fui muy charlatán y no había razón para empezar ahora aun que la euforia de encontrarme con mi familia era mas que obvia.

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⏰ Última actualización: Mar 16, 2018 ⏰

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