Unique.

644 75 38
                                    



Y miro el cielo con melancolía, ignorando el terrible dolor en mi cuerpo y dándome cuenta de cómo el tiempo se me ha pasado volando, sintiendo una fuerte presión en el pecho por no poder hacer nada para regresar en el tiempo. El cielo tiene un precioso color azul que a pesar de ser oscuro se ve completamente hermoso, es gracias a las estrellas que acompañan a la preciosa luna y la ayudan a completar el anochecer más dulce que he presenciado en toda mi vida. 

No puedo evitar sentir la duda crecer en mi corazón.

¿Qué hemos hecho con nuestras vidas, Seokjin?





Era el último semestre, todo iba a acabar para mí. Al fin ha llegado el año que tanto he esperado desde que comencé la carrera de Medicina. Sé que va a ser diferente a todos porque al fin me han permitido vivir en una fraternidad con más personas de la universidad; hombres, mujeres y otros. La emoción está presente en mi cuerpo, se siente cómo un huracán en mi corazón, incluso he descubierto lo que era la ansiedad. Era mi oportunidad de conocer nuevas personas, al fin, después de tanto tiempo de cohibirme y negarme a mí mismo el socializar.

Mi vida es un total cliché de novela romántica, salvo por el hecho de que le falta lo que es romance. Mi vida universitaria siempre me ha consumido al punto de olvidarme de que también soy humano y tengo la necesidad de sentirme amado, cómo todos. Sin embargo, me olvido por completo de concentrarme en temas que no sean 'asuntos médicos' .  Sólo me doy cuenta de qué necesito a alguien cuando observo que todos tienen a alguien, todos menos yo, claro. 

Tengo material de nerd, parezco el típico personaje de novela que para metido en sus libros y mágicamente le cae un chico malo dispuesto a enamorarlo, para después corromperlo y romperlo, aunque claramente en el final siempre terminan juntos porque se rompen las leyes del status quo.  Para mi mala suerte mi vida no es una novela romántica llena de drama y cosas así, más bien, es bastante sencilla. 



Mis madres tuvieron una vida romántica digna de ser escrita en alguna novela para adolescentes, gracias a su relación se creó mi ilusión de conocer al amor de mi vida. Mamá 1 era una maestra en una pequeña escuela de infantes, apenas se graduó no dudó en buscar empleo y ahí la aceptaron con bastante cariño. A diferencia de Mamá 2, quién era hija de un millonario viudo que se la pasaba alcoholizado y ajeno a la vida de su única heredera. El resto es historia, el cómo ellas llegaron a estar juntas y casarse para después adoptarme definitivamente es digno de una novela en físico. Una muy cliché, pero preciosa historia. 

Desde que he sido niño he anhelado en conocer a una princesa o un príncipe, el que sea, pero que sea hecho a medida para mí. Por más cursi que suene, las veces que he pedido deseos a las estrellas fugaces siempre habían tratado sobre encontrar al amor de mi vida, pero para mí desgracia hasta ahora no se me cumple el deseo a pesar de haberlo pedido tantas veces que ya ni mis dedos alcanzan para contar. 

Es por eso y más que una vez piso la reluciente cerámica del gran salón que tiene la residencia en la qué viviré mi último semestre, me convenzo a mí mismo de que este semestre será el mío. Hay muchas personas al mi alrededor, muchos ya han iniciado conversaciones con otros e incluso parece que algunos se conocen ya de antes. Me remuevo un poco inquieto porque no sé que hacer realmente. Las personas que me rodean tienen rasgos realmente atrayentes, no puedo evitar posar mi mirada en más de una persona. 

Eras tú  [ Yoonjin ]Where stories live. Discover now