Ese día se cansó de ser su amante.
Se cansó de caminar esos lugares oscuros sin gente.
Se cansó de ir al mismo restaurante, siempre la última mesa, mientras el se tapaba la cara con la carta ella pedía una cerveza.
Se cansó de asistir a esos moteles baratos, ahí donde el agua era raquítica y el aire acondicionado hacia mas ruido qué lo qué enfriaba.
Se cansó de esperarlo por las noches para cenar, terminaba cenando sola.
- mi perro enfermó..- pretextaba.
Se cansó de oír esas palabras qué tanto le repetía... "eres la amante perfecta"... y sí, lo era.
No le exigía nada, no tenía celos de él (bueno, no debía).
Despues de hacer el amor, él se levantaba y se iba, ella se quedaba con su que hacer y su maldita soledad, esa soledad provocada por su amor hacia él.
Se cansó de esos celos tontos que tienen los hombres infieles, los celos se agradecen hasta cierto punto.
Se cansó de no recibir abrazos con fuerza, esos abrazos que rompen los huesos del alma y acomodan los del corazón.
Se cansó de hacer el amor con prisas, a veces sin besos, a veces oía un "eres genial", cuando necesitaba un " Te quiero", a veces un te quiero lo deseaba más que un "adiós", se cansó de todo eso.
Se cansó de no ser amada.
