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La vida parece seguir odiándome, no he encontrado mis lentes de contacto a pesar de que los he dejado la noche anterior en el baño.

Y ahora tengo que usar los molestos lentes normales que tanto odio, por algo había ordenado lentes fe contacto.

Una vez más se me ha hecho tarde y casi no alcanzo el autobús, pero afortunadamente aquello no pasó.

La sonrisa del chico de estos días me recibe en cuanto entro al autobús y lo único que siento ahora es vergüenza, los lentes no me van y no quiero que me vea así, pero de cualquier manera me siento a su lado.

—Un cambio, ¿eh? —habló por primera vez, su voz era tan diferente a como la había imaginado.

—He perdido los lentes de contacto —sonreí, acomodando los molestos anteojos.

—Te queda bien —mis mejillas enrojecieron.

Aún más vergüenza daba en ese momento, un hombre de 25 años, poniéndose de esa manera por un cumplido de un chico -especialmente chico- de unos 19 años cuánto mucho.

Una Bella Sonrisa de un Chico Belloحيث تعيش القصص. اكتشف الآن