fall in love ⋆ scorly.

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Lección 8: Espía a tu hermano en su cita.

-¿Hoy a donde vamos a ir? -pregunto a Alice.

Hoy vamos a Hogsmade, y como Alice y yo andamos siempre forever alone, vamos juntas, ya saben, nos hacemos compañía. La amo, es mi bestie.

-Uuh, no. -responde algo apenada.

Y yo me pregunto ¡¿Cómo que no?!

-¿Por qué? -cuestiono, con mis ojos abiertos de par en par.

-Es que hoy tengo la cita con Albus. -murmuró, sonrojándose con fuerza.

¡Cierto, la cita! Lo había olvidado por completo. Debí suponer que este momento llegaría, me va a dejar sola y se va con mi hermano, ¡mi hermano! Así no se puede.

-Ah, ok. Adiós. -contesté de forma seca. Alice estuvo a punto de arrepentirse, pero llegó el idiota de mi hermano y se la llevó, olvidándose de mi.

Me senté en una banca cerca de la entrada a Hogsmade y esperé. No sé que esperaba, quizás a que Scorpius viniera en un cabello y me rescatara, pero sé que eso no pasará.

-Hola pelirroja. -¡Oh Merlín santísimo! Creo que soy bruja... Bueno, soy bruja. Corrijo, creo que soy psíquica. Scorpius llega con su suéter (otro, no el que le robé), gorro de lana y boca cerrada fuertemente.

-¡Rubio! Me acabas de salvar la vida, iba a morir de aburrimiento. -salto y él abre sus brazos, aguantando la risa.

Le doy el abrazo y el suelta una carcajada limpia.

-¿Te doy risa? -pregunto, frunciendo el ceño.

Niega con la cabeza y tapa mis ojos. Trato de patalear y golpearlo para que me suelte, pero cuando estoy a punto de gritar el retira sus manos y sonríe.

-¡Te quitaron los brackets! -exclamó y él asiente con felicidad.

-Se siente raro, pero es genial. Seis años con esas cosas no son algo que quiera recordar.

Sus dientes se ven muy derechos y lindos, además (no sé si solo yo lo pienso), sus labios se ven más besables.

-Y, ¿vas con alguien a Hogsmade? No veo a Alice. -mencionó.

-Me dejó -Dije, siendo muy dramática-. Se fue con Albus y me dejó.

-Entonces vayamos tú y yo.

Ya va, ¡¿Qué?!

-¡¿Cómo?!

-Entenderé si no quieres ir, no hay problema.

-No, no -intervine de inmediato-. Si quiero ir.

-Bien.

-

-Oye -Lo llamo. Scorpius está tan concentrado mascando chicle que se olvida que existe una vida-, ¿qué te parece si espiamos la cita Alibus?

-¿Alibus? -Alza una ceja, en gesto divertido.

-El nombre fusionado de Albus y Alice. No me veas así, ¡lo creó ella! -exclamo.

Se echa a reír y me es imposible no contagiarme.

-Bien, vamos.

Caminamos hasta una taberna. De verdad que Albus es poco romántico. Los veo sentados en una mesa casi en el centro de el sitio, mientras Scorpius y yo nos vamos al fondo de el lugar.

Los observamos un rato en completo silencio, hasta que él suelta una carcajada.

-Si yo estuviera en una cita, sería mejor que la de Albus. -comentó, con una mirada arrogante.

-¿Ah si? ¿Por qué? -pregunto, apoyando mis codos en la mesa, con mi barbilla levantada.

-¿Me estás retando? -cuestiona y yo asiento con deliberada lentitud.

Su mirada recae en Albus y Alice, luego en el lugar y por último en mí.

-Reto aceptado -Sonríe con orgullo-. Primero, no haría eso -señaló a nuestros mejores amigos. Alice se acaba de levantar y Albus también-, haría esto. -Se levantó y me tendió su mano. Gustosa la acepté y me paró.

Los seguimos fuera de el local, con nuestras manos aún unidas. Una corriente eléctrica me recorre toda la extensión de mi mano y estoy casi segura de que tengo una sonrisa boba.

Llegamos a una especie de parque. Scorpius me lleva a los columpios que están detrás de donde ellos se colocaron. Él no soltó mi mano en ningún momento, por lo que nos balanceamos al mismo tiempo.

De un momento a otro, Albus toma a Alice por la cintura y le da un beso, que a simple vista se ve un poco torpe.

-No, no -Niega-. Se hace así.

Dicho eso, me toma por la cintura con delicadeza y aparta un mechón de cabello que tapa mi rostro.

Contengo la respiración, estamos tan cerca que nuestras narices se rozan. No hemos dejado de vernos a los ojos, y, justo cuando se acerca para besarme, un carraspeo nos interrumpe.

-¿Se puede saber que estaban haciendo? -pregunta Albus con el ceño fruncido.

Oh-oh.