Un ángel guardián, una joven atormentada, una misión sencilla en cuanto los sentimientos no intervengan.
Secretos revelados, una lucha, perdón, romance.
Alexxa una simple chica común sin mayores aficiones,
Raymond un ángel un poco fuera de lo común.
-¡Oh, sí, mmmm...! ¡Oh Dios! Que cuerpo, si... ya estas húmeda, necesito probarte- Empieza a besar y morder su hamburguesa.
Entra Dios, rueda los ojos y dice cruzando los brazos. -¿Sabes que los que estás haciendo se llama gula? Y eso es considerado pecado y ya sabes lo que les pasa a los pecadores. Sentencia.
-Ok, ok, ni que hubiésemos llegado a 3ra base.
-Y eso es lujuria- Dijo con un tono de rendición y cansancio.
-Relaja la vena viejo, si sabes que solo bromeo y que me conservo puro y casto hasta el matrimonio- Junta las manos bajo su cara de niño bueno mientras se forma una aureola sobre su cabeza, y un coro angelical suena de fondo.
-¡Basta ya de esos trucos!- Dios levanta los brazos en gesto de ¿Por qué a mí? - No te basta con la gula y la lujuria ¿Qué ahora quieres seguir con la pereza? ¿O quieres ser voluntario en infierno?- Enarco una ceja. Solo con un movimiento en sus manos lo mueve bruscamente a propósito, acercándolo a su lado y con otro movimiento hace aparecer una nube blanca, que más de nube parece una oveja pantalla. Con voz solemne prosigue -Haz sido asignado a otro mortal, ella- señala la pantalla- es Alexa, tiene 9 años y ha sufrido bastante, tu deber es protegerla y...
Pero no escucho ninguna palabra más, estaba cautivado por aquella niña, que a pesar de su aspecto inocente tenía algo que a él le parecía intrigante. Continuaba mirando aquel rostro, cuando una voz lo despeja de su ensoñación.
-Hey, te estoy hablando. Te decía que dentro de ella hay un corazón dulce y tierno siendo cubierto por gruesos muros de indiferencia y hostilidad, ese será tu deber evitar la contaminación de esa alma pura y sincera.
- Ok, papa Noel, no te sulfures. Deja todo en mis ¿blancas manos?- se limpia en su teje las manos ya que estaban manchadas con kétchup.
- Sí, pero con una condición- amaba dificultarles el trabajo a sus ángeles, en especial a este - No podrá verte, sentirte u oírte hasta cumplir los 20 años. Que es cuando liberare su mente.
Con la boca abierta como de dos metros, traga saliva nervioso - Me la quieres poner fácil- escupe sarcásticamente - naufrago- burlarse de su barba y peinado era su mejor arma -acepto encantado el reto, solo te pido que no intervengas en mis asuntos.
-Ok, te dejo, tengo hora con mi estilista, ya que una barba así no se mantiene con el movimiento de mis manos.
"En realidad si, amnésico" piensa Raymond. - ¿En que estábamos nosotros? ¡Ah, sí!- muerde con euforia el resto de su hamburguesa.
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Este es Dios.
Que esperaban? un anciano con bastón y túnicas blancas? jajaja nop, Dios es sesiiiiiii.
Aun no encuentro quien sera Raymond. Si tienen alguna sugerencia háganla llegar.
