Un Amor para Dos

Al modo de Perla

"a mi modo" "Celebrar", era lo único que retumbaba en mi cabeza.

Después de Perla cenar salimos a festejar que ella  ya tenia un apartamento cerca de la librería y cerca d la universidad donde dictan Contaduría, esa donde estudió Arí. 

Pero lo que más me cambio el humor fue saber que se ira.

Llegamos a una discoteca, debo admitir que es la primera vez que entro a una. Si con 30 años, nunca he entrado a una discoteca, pues no llaman mi atención....

Y es ese el motivo por el que festejamos al modo de Perla.

Una vez dentro del local música inunda mis oídos.  suena una canción bastante vieja pero con un ritmo  bueno para bailar Suavemente de Elvis Crespo, tiene a más de uno en la pista de baile.

La veo acercarse a la barra  y pedir algo, un hombre  como de unos 38 años, le sonríe  y le pasa  dos cervezas.  Perla se acerca a mi  y me extiende una de las botellas.

-Vamos Raúl, brinda conmigo- dice entre gritos mientras  choca nuestras botellas, bebe un poco de su botella y me toma de la mano guiándome a la pista, donde bailamos Tu sonrisa del mismo cantante, la veo  sonreír y  me pierdo en ella- Bailas muy bien Raúl, para no ser fiestero bailas muy bien- dijo  mientras movía su cuerpo junto al mio, comencé a beber lo que contenía la botella en mis manos, después de un rato simplemente nos sentamos en una mesa.

Debo decir que pasaron las horas  y Perla ya se veía algo tomada o pasada de copas.

-Perla, vayámonos a casa- pedí.

-No, yo quiero bailar un poco más- sonreí y extendí mi brazos, que ella tomo  de inmediato, la guíe a la pista donde bailamos al ritmo de Luis Enrique y su canción Yo No Se Mañana.

 Vi a Perla cantarla a todo pulmón... y sonreír mientras miraba mis ojos.

-A lo mejor, luego me quieras matar... pero tengo que hacerlo, hoy es la última noche que pasare en tu casa- dijo Perla.

-Estás muy tomada- dije- vamos a casa- la sentí apretar su mano en el cuello de mi camisa y lo próximo que sentí fueron sus labios  sobre los míos, era la primera vez que me ocurría, una chica besándome... y como si mi cuerpo escuchara  respondí el beso,  con tanta ansiedad...

Estoy seguro que no me arrepentiré de este beso, simplemente también lo necesito, tomo su cabello  entre mis manos, mientras nos seguimos besando y la apretó cada vez más a mi cuerpo, siento como  ella me suelta poco a poco la camisa y yo comienzo a separarme de ella poco a poco acabando con ese beso que me  tiene el corazón acelerado y la respiración agitada. 

Observe como su rostro cambio a rojo y simplemente la abrace.

-No quiero que te vayas de mi casa Perla- dije apenas recupere el aire.- No es por lo que acaba de pasar, es simplemente que me haces feliz, le das color a cada uno de mis días.

-Necesitas tu espacio Raúl... y yo debo  devolvértelo.- dijo,  comenzamos a caminar a la casa, necesitábamos  dormir... al llegar un impulso gano a  mi cuerpo, y tome su cintura con mi mano derecha pegándola a mi cuerpo,  vi sus ojos azules brillar.

-No entiendo que me haces- dije  y la bese, la bese con demasiada ansiedad, la necesitaba, sentí como  envolvió sus  brazos al rededor de mi cuello y correspondió a mi beso, haciéndome sentir feliz sentí como mi cuerpo reaccionaba a simple caricia de sus manos, sentía mi cuerpo quemarse y excitarse al mismo tiempo, detuve el beso poco a poco y pegue su frente a la mía -Feliz noche Pequeña Perla- susurre.

-Duerme conmigo- susurro ella y tomo mi mano guiándome a la habitación, al estar en ella,vi como entro al baño y luego de unos segundo oí la ducha, me coloque a acomodar la cama, para cuando ella saliera, minutos más tarde la vi salir  solo con un paño y su cabello y piel toda húmeda y fría y me volvió a besar y comenzó a inclinarme hacia la cama, su paño cayo en mis pies mis  manos iban explorando mientras ella quitaba mi camisa, de pronto algo me ilumino y me pude detener. 

-No Perla... no quiero que veas esto como una obligación- dije- es solo que...

-Yo quiero hacerlo- dijo ella.

-Y yo te quiero respetar- dije mientras tragaba pues misma nos estaban en su cintura denuda,y bajaba un poco la mirada, temía cometer pecado,ella sonrío y simplemente señalo la cama y vi que iba por una pijama, me acerque y elegí una de mis favoritas 

Ella me observo extrañada.

-aunque no lo creas es mi favorito, me gustan tus pijamas son divertidas- dije  y ella con una sonrisa se la coloco, tomo mi correa y la quito al igual que mi pantalón y vi como saco un pantalón para dormir negro y una camisa a juego mías. fui al baño a ducharme y sali con mi pijama puesta.

-Me encanta como te vez- dijo ella con una sonrisa y me acosté a su lado- una pregunta, pero me respondes con sinceridad- asentí en modo de respuesta mientra la abrazaba pegándola a mi cuerpo para dormir- ¿Eres Virgen?- eso me hizo sonreír, pues se que la mayoría se burlaría, pero yo estoy orgulloso de quien soy.

-Si lo soy, simplemente creo que una mujer debe ser respetada en ese aspecto hasta el día de su matrimonio, por eso nunca me he propasado con ninguna y no he estado con ninguna mujer.- ella sonrío, y me abrazo.

-Entonces, sera estrenado el día que te cases- dijo y yo bese su cabeza- suerte la  que tendrá esa mujer.

- ¿y tu aún eres virgen?- ella negó con su cabeza.

-La perdí el día de mis 15 años, me violo el mejor amigo de papá, pero después de eso quería borrar todo de lo ocurrido así  cuando tuve novio estuve con él- ella me abrazo como pidiendo que no cambie con ella y yo simplemente la bese.

-Veras que todo eso lo vas a olvidar el día que te entregues por amor cariño, ahora a dormir, necesitas descansar- dije y la pegue mas a cuerpo.

-Eres el hombre perfecto, Te quiero cariño- dijo para cerrar sus ojitos.

-También te quiero Perla... y me dormí.