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Aquí estoy.
Manteniendo la cordura en un lugar repleto de gente.
Con la música resonando en mis oídos, provocando que mi corazón lata desenfrenado.

La barra es mi compañera en esta inminente fiesta, el olor a llerba llena mi nariz, y los tragos provocan una pequeña molestia en mi garganta.

Pero aquí estoy, en está fiesta a la cual asistí por mi mejor amigo, que por el momento no sé dónde pueda estar.

Mi vista viaja por todos lados analizando a cada uno de los invitados, bufo, es lo mismo de siempre, personas bailando, otras bebiendo, algunas dando sus demostraciones de cariño en público.
Parezco ser la única que permanece sin hacer nada, o al menos eso parecía, hasta que, lo vi.

Un chico alto, complexión delgada pero con notable musculatura en sus brazos, está recargado en una de las paredes que da directo a mí, mantiene un semblante serió, y miento si digo que no es atractivo.
Su cabello es rubio, algo despeinado que logra hacerlo ver sexy.
Unas cejas gruesas y debajo de estas unos lindos ojos de color verde, unas grandes pestañas, junto con una nariz respingada y amenazantes labios gruesos de un color rosado ligero.

Sin duda, atractivo, sus brazos están cruzados sobre su pecho y mantiene su vista en las personas que bailan en la pista, con una mirada de aburrimiento.
O eso era hasta que esos grandes ojos verdes se fijaran en mi, logró ponerme nerviosa que su mirada fuera tan fuerte, como si de un sentimiento de superioridad estuviera en ellos, amenzantes tanto como su mandíbula ligeramente apretada.

Sí, muy atractivo.

Sin dejarme intimidar permanecí ahí mirándolo directo a los ojos, no sé cuando tiempo pasó si uno o dos minutos pero ninguno apartaba la vista, como si de una batalla de la cual ninguno quisiera salir perdiendo se tratase, un ruido fuerte resonó en la pista, por lo cual aparté la mirada y supe que era momento de irme de ese lugar, todos lo sabían.

Sabía que no duraría mucho que alguien avisara de una fiesta en la cual podrían encontrarse algunos delincuentes, regrese mi mirada al chico de antes y comprobé que él también se movió de su lugar al igual que yo para desaparecer de ahí.

-¡TODOS CORRAN!- gritó un chico completamente alterado, esa era mi señal, la voz de los oficiales podía escucharse cuando corría deprisa para subir a la planta alta, y de nuevo ahí estaba él, caminando hacía una de las habitaciones y no dudé hacer lo mismo cuando un policía nos gritó a ambos que pararamos.

Corro y me adentro a la habitación a la que el chico se metió antes, me sorprendió no encontrarlo en el lugar, pero me sorprendí más cuando la puerta fue azotada por él.

Un policía golpeaba y pedía que saliéramos para no recurrir a la fuerza, patético.

-Salta- La voz gruesa del chico proveniente de esos gruesos labios me devolvió a la situación, claro, escapar.

Y mirando de nuevo esos verdes ojos, me senté en el borde la ventana y sin dudar un poco, salté, con un giró regrese a mi inicial posición, de pié, llevé mi mirada a la ventana, no era tanta altura, el chico se tiró cuando un disparo se escuchó en la habitación.

Se puso de pié como si ningún problema le resultase hacerlo y me miró para luego irse juntó al disturbio de gente que escapaba igual que nosotros.

Y sin más huí de aquel lugar, encontrando mi auto a unas pocas cuadras, poniendo en marcha este para llegar a mi hogar, ya luego buscaría a Oliver, nos había sucedido esto antes, debe de estar bien.

Amor Superficial.Where stories live. Discover now