𝘼𝙡𝙤𝙢𝙨 𝙀𝙣𝙩𝙚𝙧𝙩𝙖𝙞𝙣𝙢𝙚𝙣𝙩. «𝘽𝙏𝙎»

Parte 26.

No era tan lejano el apartamento de HaWook, entré a recepción y saludé en una reverencia, era muy lujoso, marqué el número del piso, SunHee me había dado el código del apartamento de SunHee. Digité el código y entré, color negro, blanco y gris ambientaban el lugar, ordenado, oliendo bien, olía a HaWook. Agradable lugar. 

Vi unas escaleras y subí, al llegar al último escalón vi a HaWook acostada en su cama boca arriba mirando al techo, como si fuera lo más importante. Vi que volteó a verme para después volver su mirada al techo, la luz del sol entraba alegre por el gran ventanal. Muy grande para alguien que vive sola.

– Wook... ¿Estas bien?

Vi como ella movió su mano y me hizo un ademán para que me sentara con ella, pero terminé acostándome a su lado.

– Ya debes saber qué pasó, ¿no?

– Si, SunHee me contó.

Vi como asintió levemente sin parpadear, sus ojos empezaron a cristalizarse, lágrimas empezaron a amontonarse en sus ojos hasta que empezaron a caer a lo largo de su rostro.

– Tengo miedo.

HaWook ha estado más abierta hacia mi, llora frente a mi, me dice todo lo qué pasa. Me gusta que sea así conmigo. Se reincorporó mientras acomodaba su cabello para colocarse el gorro de su suéter. Me senté junto a ella.

– No puedes perder Aloms, no te preocupes.

Subió sus piernas a la cama y las acomodó en posición mariposa.

– Estoy estresada, preocupada. No sé qué hacer JungKook. –empezó a jugar con sus manos– Llegas a tal punto en que te cansas de todo, en querer tan solo hacer lo que hacen los de tu edad, salir con amigos, ir de fiestas, tener pareja sin preocuparse de que hayan personas con cámara en mano queriendo destruirte de alguna manera. Me cansé.

La chica débil, tierna, tímida salió de ese caparazón llamado HaWook. Estaba enfrente mío, frágil, sin saber qué hacer, perdida en el camino, a punto de rendirse.

– Wook, hay demasiados obstáculos en la vida, son pruebas para medirnos, debes superarlos.

– Cuanto deseo que me hubieran asesinado a mi también esa noche.

La tomé por los hombros haciendo que me mirara, lágrimas aún caían por su rostro.

– ¡No vuelvas a decir eso! –tomé su rostro y ella tan solo me miraba mientras la lagrimas caían como cascada– Nunca lo digas.

– JungKook, la presión es demasiada, solo tengo 18, quiero rendirme.

– No lo harás, tú eres el sustento de la compañía, eres la que da oportunidades a quien no son otorgadas, no abandones.

Aún tenía su rostro en mis manos, ella colocó sus manos encima de las mías.

– ¿Por qué haces esto?

Sus ojos empezaron a examinar mi mirada.

– Por que te volviste alguien importante para mi.

La acerqué a mi y la besé. Anhelaba tanto hacerlo, sus labios correspondían a los míos, nos separamos por falta de aire.

Nos quedamos viendo sin saber que decir. Solté su rostro lentamente. Ella me sonrió, tomó mi rostro y me besó.

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Don't tell me bye, bye...

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Editado

05/12/2018