Capítulo 1

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Era un día simple, un día cualquiera, tal cual lo era siempre en la vida de Valentina uno de esos en los cuales te despiertas y vez el hermoso amanecer, los rayos que penetran tu habitación, el suave calor que puedes sentir en tu ser, pero aun siendo hermoso, no causa ninguna melodía en tu corazón, sí... uno de esos días. Suena la alarma, 06:00 de la mañana, Valentina se despierta, y se dirige a la única habitación de la casa que le ayuda un poco a empezar el día, el suave y relajante baño, pero por ironías de la vida el baño fue terriblemente frío. Salió de allí lo más pronto posible, y se vistió, escogiendo así de su armario lo primero que encontrara. Su peinado, que diré, su peinado es algo común, una coleta, o el cabello un poco despeinado, nada que le haga sobresalir.

Su llegada al trabajo consta de avanzar 200 metros a pie, así que no goza de tantos acontecimientos en su recorrido a como quisiéramos. Simple, si... Simple. Al llegar se apresura, porque ha como es habitual, va retrasada, y justo ese día, su marca fue de 1 minuto tarde, como para que no olvidase que su vida no es tan buena como ella quisiera.

Ahora hablemos de Oliver, un chico atractivo, musculoso, alto, con ojos penetrantes, y unos brazos con las cuales sientes que estarás segura por el resto de tu vida. Su vida goza de privilegios, tiene padres con una empresa exitosa, sus obligaciones son estudiar, y al finalizar su carrera emprenderse en la empresa de sus padre. Podríamos creer que es un chico arrogante y de los que prefieren una fiesta con sus amigos, en vez de pensar en una relación estable. Pero no, no te equivoques, esto es lo que hace a Oliver distinto, el amor, el sexo, o las fiestas no eran cosas que se le apetecen en la vida. Él prefiere mantenerse centrado, y un poco más serio de lo que esperaríamos.

Ese día en la oficina Valentina debía entregar el informe mensual de lo facturado en la empresa, y así lo hizo, lo hizo perfecto a como siempre hace su trabajo, porque a pesar de su mala suerte, ella tiene una manera muy distinta de ver la vida. Ella cree que procrear es todo lo que tenemos; sociedad, gobierno, religiones, carreras, familias, monogamia solo son locuras socialmente aceptadas que le intentan poner control a nuestras vidas, dónde usar la elección propia nos hace sentir un poco menos animales. Le molesta rodearse de gente que se llenaba de ilusiones y sueños, de esperanza y amor, le produce asco.

Saliendo ese día de su trabajo, se dirigió hacia la universidad, la cual le gusta mucho, dato interesante para ser ella. Les explico por qué le gusta... No tiene amigos pero le gusta tener sexo, y eso es parte de su ideología, ya que el noviazgo y el matrimonio son solo ideas moralmente impuestas por la sociedad,

En la universidad hay muchos chicos. Cuando ve alguno que le llama la atención, se le acerca, se evita toda la parodia dónde el chico intenta conquistarla para llevársela a la cama, y para evitarlo ella le propone tener sexo, y al final, archiva ese rostro bonito, y continúa con su vida. Sin enamorarse.

Y ese día ocurrió lo mismo, hubo un rostro en su clase que le interesó, se le acercó, pero sucedió algo que le llamó profundamente la atención, éste chico no aceptó su propuesta. Solo se lo negó y se marchó. Eso nunca había sucedido en la vida de Valentina, -Ningún hombre rechaza una propuesta así... Pensó Valentina. -Que sucedía con él, porque lo había hecho.

Hablamos de Oliver, ese chico apuesto que tiene todo el perfil para haber aceptado.

Valentina no dejó de pensar en eso de regreso a casa, pero su único interés era psicológico, quería llegar a la profundidad de su mente para lograr entender porque un chico tan robusto, tan guapo se negaría a gozar un placer.

Ahora la vida de Valentina se tornaba en regresar todos los días a la Universidad para estudiar mejor a éste chico, claro, sin que él lo notara. Se sentaba detrás de él, escuchaba sus respuestas y sabía que era inteligente, o bueno, que al menos estudiaba, analizaba su ropa, era costosa, también miraba a sus amigos, y bueno nunca había tenido sexo con ninguno pero sabía que ellos si aceptarían su propuesta. Así que -¿porque era éste chico así?... Se preguntaba Valentina todos los días...

Yo y mi millón de imperfeccionesWhere stories live. Discover now