Capitulo 3

3K 350 35
                                    

-Llegas justo a tiempo muchacho, estábamos por desayunar, solo siéntate a gusto- antes de que Hiro pudiera decir un simple gracias, doña Elena lo sentó de golpe en la silla principal, delante de el había un gran festín -Y bueno Hiro mama solo nos dijo que venias de intercambio, mas no de donde- el pequeño japones analizo las palabras para lograrlas entender a medias, sin duda tendría un pequeño problema con su idioma -Ah pues... v..vengo de Japón, para ser exactos de la ciudad de San Fransokyo- el hombre asintió mientras seguía comiendo su gran plato repleto de rica comida -Aquí tienes Jiro, veo que estas muy flaco así que me tome la molestia de prepararte muchos tamales, para ver si dejas de serlo- la mujer puso la montaña de esas cosas en la mesa, Hiro trago saliva "¿Tamales?"  -Si te los acabas no te preocupes hay mas en la cocina- 

-G..gracias señora- toco uno de ellos y lo empezó a comer, sabían un poco raro al principio pero termino por gustarle, sin verlo venir todo el desayuno se lleno de risas, chismes y seguido de su historia. Era sin duda un ambiente acogedor, todos excepto el chico moreno, Hiro se le quedo mirando con una expresión de tristeza, mas cuando Miguel volteo conectaron la mirada haciendo que este se sonrojara completamente -Ya termine mama Elena, llevare el plato a la cocina- interrumpió la conexión volviéndose cortante de nuevo, seguía sin entender porque Miguel lo odiaba tanto, el a duras penas logro cruzar unas cuantas palabras con el, así que no pudo ser algo que dijo 

-Estuvo muy bueno señora, gracias- agradeció nuevamente, mientras imitaba la acción del menor, llevo el plato a la cocina, al venir de regreso al comedor pudo escuchar unos cuantos sonidos provenientes del cuarto siguiente, no le gustaba ser entrometido pero al escuchar que era el sonido de una guitarra no dudo en ir a inspeccionar un poco -Asi que, t..tocas tu tambien- pronuncio apenas al notar que se trataba de Miguel, el moreno se sobresalto y lo miro sin ninguna expresión -¿Ahora que quieres "Jiro"?- cuestiono sin mucho animo volteando de nuevo a la guitarra -Se dice "Hiro" y no se que tengas contra mi pero tal vez podrías ser un poco mas amable ¿No?- sonrió un poco antes de que perdiera la paciencia, vaya que la podría perder con este niño 

-Oh perdóneme usted joven Hiro ¿Quiere una tacita de te?- rodó los ojos empezando una melodía, el chico de pelos necios suspiro y tomo asiento en una silla alejada de Miguel, si así lo quería, así tendría que ser 

                                                                        "Ay, de mi llorona

                                                                    Llorona de azul celeste

                                                                         Ay, de mi llorona

                                                                   Llorona de azul celeste

                                                       Y aunque la vida me cueste llorona

                                                                    No dejare de quererte 

                                                                   No dejare de quererte..."

Hiro comenzó a escuchar la voz dulce y tierna de Miguel, haciendo que se le pusiera la piel de gallina "No dejare de quererte..." se sonrojo completamente al oír ese simple verso y de nuevo ese dolor en el pecho surgió, tal vez tenia que consultárselo a Baymax -Miguel...- hablo sin pensarlo dos veces, el moreno hizo caso omiso siguiendo con su tonada -¡Miguel!- listo había acabado con la poca paciencia de este -¿¡Que!?- grito igual el menor dejando de lado la guitarra -¿¡Porque me odias tanto!?- se paro de la silla y se acerco rápidamente a el para tomarlo de los hombros 

-¡Pues porque si y ya...!- Hiro frunció el seño apretándolo un poco, haciendo que este se quejara un poco -¡Esa no es una razón! ¡Ya dime!- lo miro mas de cerca mientras que Miguel lo miraba con nervios y algo de miedo, trato de zafarse del agarre pero el mas grande lo apretó mejor "Lo siento" pensó  -¡Porque me quitaste la atención de mi familia... mucho antes de tu llegada! ¡Ahora suéltame que me lastimas!- el pequeño japones hizo caso y lo miro confundido ¿Acaso había oído bien?, si era cierto esa no era su intención -Lo siento...- 


°Tu Música Es Mi Ciencia° ||Hiroguel||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora