Único

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Verano se dice Volver

Es junio y hace calor, mucho, demasiado, es una molestia. Ni siquiera el viento que produce el ventilador logra apaciguar el verano, y es que reniego en el sofá mientras masajeo mis sienes, desde el mediodía he tenido dolor de cabeza y sé que no es solo por el calor, sino también porque el vaivén del aparato es irritante pues el aire viene y va, pero siempre me trae tu voz. Hace rato que no la escucho, casi creí no recordarla, pero está ahí, fluye como aquel viento, diciendo mi nombre una y otra vez y no puedo evitar pensar en el día en que me fui.

¿Por qué peleamos? Ni siquiera lo recuerdo, seguro fue mi culpa, seguro fueron mis celos, mis inseguridades, mis vacilaciones pensando que te cansarías de mí. Fui impulsivo, siempre lo he sido, salí de nuestro lugar y regresé a donde crecí. Después de seis meses me di cuenta que este no es mi hogar, que aquí ya no estoy cómodo; porque esa voz, tu voz, me devuelve la placentera calidez que lancé al mar cuando todo acabó. Hoy esa voz me asalta estando solo, porque el viento trajo al navío de vuelta a la orilla, cargando consigo mis recuerdos juntos y siento terribles ganas de largarme de aquí.

La tarde se va mientras lo pienso, dándole vueltas y vueltas a la habitación, recogiendo todo lo que traje hace tantos días; no hay tiempo de ordenar, tampoco tengo demasiado, pero no quiero olvidar nada, especialmente tu camiseta de estampado militar rojo, esa es mi favorita, esa que hace tiempo no uso al levantarme y sé que sabes que me la llevé, pero también sé que no te importa ¿o sí? A la mierda, me la pondré ahora, después de todo ya quiero volver. Quiero tocar tu puerta, aunque nadie lo entienda, aunque me digan que ya te he perdido y que sería inútil.

Salgo de casa arrastrando la maleta azul, una nota es suficiente para mis padres, la estación queda lejos y para cuando llego el sol casi se esconde. Abordar el tren es una molestia, no me dejan llevar el equipaje conmigo, pero lo que no saben es que ya llevo otra maleta, una maleta llena de vivir sin ti, pero nada en ese viaje me ha hecho nunca ser feliz. El tren avanza, mirando por la ventana no puedo evitar recordarte, ¿te acuerdas cuándo viajamos por primera vez juntos? Te dije que huyamos y tú que vivamos juntos, tomamos un tren igual a éste, te dormiste en mi hombro y pensé que eras hermoso. Después llegamos a destino, pillamos el primer apartamento que encontramos y no nos movimos más... Hasta que estúpidamente me fui, por lo que espero que tú sigas ahí, detrás de la misma puerta verde, porque quiero tocar tu puerta, aunque nadie lo entienda y quiero volver a estar tan cerca de ti.

Joder, estoy ansioso, inquieto, quiero verte y pedir que me dejes pasar la noche, que me dejes quedarme, porque no sé si recuerdas-seguro que sí-que hoy es nuestro aniversario y yo no tengo a dónde ir. Quiero que toquemos el cielo, igual que la primera vez, igual que cada ocasión que hacíamos el amor en la cama, en el sofá, en nuestro hogar. Necesito verte otra vez, ya estoy cansado de mí, de estar solo, de dejarte solo a ti. Quiero llegar ya, la noche avanza, las luces en la ciudad se apagarán y yo llego tarde como siempre.

Alguien escucha mis suplicas pues el tren se detiene, es cuestión de tomar la maleta y correr, son pocas calles hasta casa, unas diez yo recuerdo. Vamos, vamos, deja que me quede... porque esta noche tengo frío y es culpa de tu camiseta ¿siempre fue tan fina y helada? Yo la recordaba mucho más cálida, quiero recuperar ese calor. Déjame pasar la noche, vamos a tocar el cielo una vez más, porque hoy es nuestro aniversario y no sé dónde dormir.

Llego, finalmente frente a la puerta verde, con la cara roja por la carrera y un nerviosismo impropio de mí, pero soy valiente -siempre lo fui- y toco la puerta. Mierda, la ansiedad me carcome al escuchar tus pasos, o al menos eso espero, porque no sé qué haría si alguien más abriera la puerta. El tintineo de las llaves agravan mi preocupación hasta que la puerta se abre, ahí estas, moreno, hermoso y con el cabello hacia abajo, se te ven raíces negras que muero por tocar y arreglar, ¡tus ojos! Ese rojo que siempre me miró como si fuera lo más valioso del mundo son perfectos aunque tengan pequeñas ojeras; llevas además ropa de casa, mi musculosa negra te queda genial.

-Te extrañé-dices con una pequeña sonrisa.

-Esa es mi línea-replico antes de lanzarme sobre ti.

Abrazarte es lo más hermoso del mundo, rodearte con mis brazos, aferrándome a tu espalda me devuelve el calor que una vez perdí; tú me envuelves igualmente acariciándome el cabello y me siento en casa. Quiero besarte, confirmar que me amas.

-Te extrañaba tanto, perdóname-susurro en tu cuello, perdido en ese perfume que tanto me gusta.

-Feliz aniversario, Katsuki-dices. Y sé que me perdonaste, que me dejaste entrar, que todavía me amas y aun te amo.

-Feliz aniversario, Eijiro.

-FIN-


Por segunda vez traigo un song-fic, esta vez basado en Verano de LODVG, esta canción estuvo dando vueltas varios días en mi cabeza así que tenía que escribir sobre ella. Me quedó mas corto de lo que esperaba pero creo que se puede captar el mensaje.

Espero les haya gustado y nos leemos!

Saluditos Lalalalala

Verano se dice VolverWhere stories live. Discover now