No lo entiendes [YoonMin]

Yoongi-Oppa

Desde que nos conocimos yo quería aquello que llamaban "couple" o "Shipp" con él, con éste mocoso que era todo lo contrario a mi, que me hacía sonreír de lado aun si parecía arrogante pero que era sincero. Si tan sólo supieran cómo era en el colegio, no dirían que soy tan reservado como aparentaba en el inicio.

Yo quería que seamos el Yoonmin desde siempre, pero todo dio inicio con el maldito Jikook. Ni siquiera habíamos dado una presentación adecuada, que ya estaban todas las fans (futuras ARMY) relacionándolos como la pareja que no eran; sólo sobre mi cadáver y la heterosexualidad abusiva y exorbitante de Jungkook; yo lo sabía y de todos modos me llenaba el pecho de rabia cuando le sonreía a Jimin, y éste le devolvía el gesto tan animada mente, haciendo que deseara cosas malas para quien debía ser considerado un buen maknae, un agradable dongsaeng.

Pero lo odiaba tanto cuando se entrometía en el campo de Jimin, y éste como polaridad opuesta, corría a robarle risas tanto como contactos, miradas, enojos, espacio, amistad.

Simple y absurda amistad que no se atrevía a coger de mi.

Yo era serio y apartado, todos estaban al tanto de lo mucho que me jodía estar en un grupo de idols, pero sólo esto nos ofrecieron cuando nos informaron sobre un debut en un tiempo más adelante; mi descontento no fue un chiste y hasta pensé en renunciar junto a Namjoon, pero este se giró más pronto que un panqueque en mi contra.

"Pasamos mucho tiempo entrenando para esto y las clases de baile sólo por integración, debieron darte un indicio, Yoongi."

Sí, sí me lo habían dado, pero no era esto lo que nos habían prometido.

Así comencé tímidamente con esto de ser idol, día a día conformándome con lo que me había tocado fue que me echaba una pala de tierra encima, hasta terminar sepultado. Estoy enterrado vivo y nadie puede oír mis gritos, Dios quiera que nunca los oigan.

Por lo menos hoy en día tengo el apoyo de mis padres, mi terquedad me había enviado lejos de casa cuando ellos me aseguraron que no les agradaba esta idea, que no me ayudaría fingir quien no soy, que esto no era lo que me aconsejaba el psicólogo con "tratar de ser alguien que te gustaría ser".

Y a mi siempre me gustó la música de Mad Clown, aunque me decidí mucho antes de él por el rap, siguiendo a "Epik high". Pero Clown era diferente a ellos, sentía un profundo respeto por ese personaje, era un hombre tan serio y correcto, tan introvertido, tan silencioso y discreto, tan pensativo, tan apartado, tan tímido, tan sencillo, tan ideal... Era de ese modo frente y detrás cámaras, aparentemente, porque nunca permanecía demasiado rodeado de las personas, y aun así toleraba estar con todos sin forzarse una sonrisa en el rostro.

Era un verdadero homenaje a lo que quisiera ser, a lo que me gustaría nada en la corriente con mi propia esencia, a lo que bueno que seria poder ser yo con otros sin sentirme repugnante o apartado, extraño, incómodo hasta con mi familia.

Estaba inconforme conmigo mismo, y no necesitaba del estúpido psicólogo para que me lo hiciera saber, yo ya lo sabía desde la secundaria, cuando me postulé para vigilante de los corredores y me gané la antipatía de todos por no ceder a coimas o peticiones de "amigos", sólo porque eso iba en contra de lo que yo había escogido. Y muy en el fundo, me agradaba ser "desagradable", porque me ahorraba tiempo para espantar personas que no me interesaban.

Era una locura que no me interesara prácticamente nadie en el colegio, ni como amigo, ni como compañero, ni como nada.

Amaba mi soledad. La amaba hasta que Jimin llegó, y quise que entrara en mi burbuja, pero nunca se dio de primera instancia porque yo no sabía ser amable; todo el tiempo estaba molesto, mis padres me negaron el apoyo cuando decidí audicionar como trainer en una empresa que estaba en medio de escándalos y a punto de ir a bancarrota, por ende no muchas promesas de la música se inscribían allí, y al decaer los estándares de belleza masculina me metí en ello.