ELEK (Maverick II)

Capítulo 22

ELEK.

Mis dedos trazan muy lentamente la piel rojiza, en carne viva.
Mis ojos observan muy atentamente la manera en la que se estremece bajo mis manos, casi como si sintiera dolor.

Cosa que no me extrañaría nada.

Su piel se ve mucho peor a cada segundo que pasa, y tengo certeza de que su rostro mañana no estará mucho mejor.

Sigo deslizando mis dedos por su espalda muy delicadamente, con cuidado. Aún así, sigue haciendo esos soniditos doloridos cada vez que acaricio su espina dorsal.

Frunzo el ceño e intento mirar su rostro, pero es imposible, lo mantiene firmemente oculto en mi cuello.
Su llanto se está desvaneciendo poco a poco, y es lo único que me da la esperanza de que estará bien.

-¿Qué te ha pasado, Akram?-Susurro muy bajo, para no alterarlo más de lo necesario.

Sus brazos se estrechan a mi alrededor, tanto que debo abrir la boca y esforzarme para tomar aire de tan fuerte que me está apretando contra él.

Pero no lo puedo culpar.

Todavía está metido en ese extraño trance y lo más seguro es que ni siquiera sea consciente de la incómoda postura que me ha obligado a tomar en el suelo, con él completamente desnudo.

Y sí, debo obligarme a no mirar más de lo estrictamente necesario, y a duras penas lo consigo.
Cada vez que echo un leve vistazo hacia abajo, tengo que apartar la vista rápidamente.

Se siente como si me estuviera aprovechando de él en su momento más vulnerable.

Sigo esperando a que me responda, dándole su tiempo, pero no lo hace. Sigue luchando por normalizar su respiración agitada debido a su llanto.
Su rostro no deja de frotarse contra la piel de mi cuello y su barba sin afeitar no deja de pincharme.

La puerta se abre muy ligeramente y alzo la cabeza.
Seis cruza lentamente la habitación, llevando con ella un pequeño maletín de emergencias.

Por instinto, casi sin pensarlo, intento cubrir el cuerpo desnudo de Akram de sus ojos. Algo dentro de mi se revuelve salvajemente ante la idea de que alguien más pueda verlo de esta forma, y esta vez no me molesto en castigarme mentalmente por pensar así.

Simplemente se siente como algo natural.

Ella deja el maletín encima de la cama, cerca de mi, después sus ojos vuelven a mi, y solo en un segundo muy breve, mira a Akram, pero sus ojos no se mueven codiciosamente a su cuerpo desnudo, así que respiro tranquila.

Cuando está apunto de girar y volver a desaparecer al otro lado de la puerta, fuerzo a mis cuerdas vocales a trabajar y la llamo silenciosamente.

Seis se detiene ante mi llamado y me mira con una mueca, sabiendo muy bien lo que le voy a preguntar.

-Dime que ha pasado.-Susurro de forma casi inaudible.

Ella mira el rostro de Akram enterrado en mi cuello, y aprieta sus labios. Me mira, midiendo sus palabras.

-No soporta que lo toquen. Tuvo un ligero contacto con otra persona y simplemente perdió el control.
Vino como un loco hacia aquí, destruyendo todo a su paso y después frotó con un estropajo toda su piel, durante bastante tiempo, supongo.-Murmura.

Frunzo el ceño.

Ella, al ver mi expresión hace una mueca.

-Sé que no es un comportamiento muy normal.-Suspira y sacude su cabeza.-Pero créeme, Elek. Tiene sus razones para comportarse así. Es un trauma que tiene.