Guerra de Apuestas

Capítulo 6: Frases enigmáticas y abrazos amorosos

Me despierto enérgica como de costumbre (Nah, que va es broma). Me despierto gracias al molesto sonido del despertador de Kath.

-¡Kath! ¿Podrías apagar eso de una puñetera vez?- Chillo desde mi habitación.

Oigo que el sonido desaparece, pero de repente aparecen Jery y Kath por mi puerta y se tiran sobre mí.

-¡Vamos! Que es hora de levantarse- Dice Kath.

-Si no te levantas ya llegaremos tarde- La sigue Jeremy.

-No puedo levantarme si tengo a dos personas encima.

Se quitan de encima y me levanto, les sigo hasta la puerta de mi habitación, pero no salgo de ella. Cuando ellos están fuera y yo dentro, cierro la puerta rápidamente y me vuelvo a meter en la cama.

De repente se vuelve a abrir la puerta. Es Jery quien habla:

-¿Sabes que tu puerta no tiene pestillo, verdad?- Dice riendo.

-Mierda, no pensé en eso cuando ideé el plan.

-Bueno, venga, levántate ya.

No le hago caso y sigo en la cama, intentando dormirme. Pero hay algo que no me deja. Unos brazos me cogen y me arrastran hasta la cocina. Intento resistirme y chillo, mientras oigo a mis dos amigos reírse como si no hubiera un mañana. Ya no tengo escapatoria, así que me preparo para ir a clase. Estoy en  mi habitación acabando de arreglarme cuando aparece Jery por la puerta:

-Oye Alex, ¿estás mejor de los gases?

Oh Dios mío. Dime que esto no está ocurriendo. No me acordaba de la excusa que le había puesto ayer ¿Por qué soy tan tonta? Yo solo asiento y él se va de la habitación.

En todo el trayecto en coche de casa al instituto no puedo dejar de pensar en Kevin. No sé si sacar el tema de lo de ayer ¿Hablo con él sobre lo que me dijo? ¿O las olímpicamente de él y de su línea cara? No me da tiempo a pensarlo porque hemos llegado al instituto.

Voy a mi clase, y me siento en mi mesa. A mi lado, donde se supone que tendría que estar Kevin, no hay nadie. La clase comienza, y Kevin no llega. Justo el día que quiero hablar con él y no viene. Que asco de persona. Odio cuando la gente no hace lo que quiero ¿He sonado un poco egoísta?

La alarma que indica el cambio de clase suena, y cuando el profesor sale por la puerta, Kevin entra por ella.

Nuestros ojos se encuentran. Le mantengo la mirada. Al cabo de unos segundos él la retira ¡Bien! He ganado este vez. Se sienta a mi lado, y se dirige a mí.

-Hola patosa.

-Hola espía secreto ¿Por qué no has venido a primera hora?

-Uy, no sabía que tenías tantas ganas de verme- Dice arrogante.

-Que te quede claro. Yo no tengo nada de ganas de verte... Sólo soy curiosa...

-Ya bueno. En cualquier caso, mi hermano tuvo un problema y tuve que ayudarle.

No sé que responder. Solo pienso en lo que me dijo ayer. Tengo que preguntarle.

-Hmm... Kevin ¿Puedo preguntarte algo?- Él sólo me mira-. Ayer, cuando estabas en el restaurante y te fuiste, me cogiste del brazo y me dijiste algo ¿Qué fue exactamente lo que me dijiste?

Kevin abre la boca para responderme, pero alguien le interrumpe, el profesor de inglés, el Sr. O'Conner.

-Harrison, Freeman ¿Por casualidad tienen algo que decirle a la clase?

Voy a responder que no y que lo sentíamos, pero Kevin se me adelanta con una expresión divertida. Me doy cuenta de lo que va a hacer cuando ya lo está haciendo.