Cada día al despertar para ir a la escuela era una tortura, el tener que aguantar burlas, insultos, y amistades hipocritas, era un infierno.
Mi mamá siempre se ponía ansiosa y alegre cuando me preguntaba si me gustaba alguien, núnca le dije lo que me sucedia en la escuela... No podía. A mi mamá le dolía más el pensar que no le tenía confianza pero fuí egoista... No quería parecer una gran cobarde aunque esa fuera la realidad
Siempre le decía que ella no me entendía, que no me conocía y ella lloraba diciendo y pensando que había fracasado como madre...
¿Cuando acabara esto?...
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La chica invisible
ContoLos pensamientos de una chica siempre fue la segunda opción en todo, la que nadie notaba, la que nadie extrañaba... La chica invisible.