Mi Barrio

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Solo escribo lo que veo,
Arriba a la izquierda, un bloque de unos 10 pisos desgastado por el paso del tiempo, amarillento, con grafitis en los bajos.
En el viven a partes iguales gitanos, payos, ecuatorianos e indus.
Personas, al fin y al cabo. Culturas conviviendo en la humildad de quien sabe que ser de otra raza supone, lamentablente un handicap en este país.

Arriba a la derecha un descampado por el cual se desaconseja pasar si ya ha oscurecido.

Y sólo describo lo que mis ojos alcanzan a ver.
En la parte de abajo, atravesando la imagen de forma horizontal, una calle larga, llena de agujeros, manchas de aceite y apaleada por el olvido.
Una calle que ha visto caballos, caballitos, 5 en una moto, y niños conduciendo quads con mas destreza de la que jamás podría imaginar en mi mismo.

A los lados tres contenedores saqueados por cualquiera de los cientos de adictos
que tristemente vendieron sus vidas a una de las mentiras que mas nos sacian,
el colocon.

Junto a esos contenedores
coches sin radios,
con restos de vidrio en el suelo y un par de rallajos.

Tan sólo retrato lo que observo.
En el centro de la imagen hay un parque en el que niños dejan de ir a la escuela, primero para jugar al balón, luego para jugar con sus propias vidas.

Pegando al parque un centro social al que sólo acuden los que no tuvieron educación, para que el personal le traduzca las cartas que llegan a su casa y no consiguen entender.
No porque no sepan leer, sino porque las formalidades de la administración se les escapan de las manos.
Una biblioteca vacía, algunos niños riéndose de las personas que sólo les quieren enseñar a aprender...
Darles un motivo, al fin y al cabo, para luchar

Y es que me limito a expresar la imagen de mi barrio.
Un barrio en el que la realidad se queda tan pequeña, y la cordura tan lejos. Que sólo se cree en las madrugadas, esas en las que se hacen hogueras y se canta al quejio de lo que podría ser de ellos si la sangre gitana no corriera por su venas.

Como colofon a este esperpentico paisaje, una persona camina hacia su casa, barriga grande, cara de malafolla y aires de superioridad.
El casero de los inmigrantes
El que vigila desde la ventana el descampado
El comprador de las vidas de los yonkis,
El dueño del coche, que además de ser el mas caro de la acera, es el único que no ha sido tocado

Esta última pincelada quizá sea algo parecido al pintor que se autorretrata en su obra.
Esta última pincelada puede que haya sido la causante de toda la decadencia anteriormente nombrada.
O puede, y sólo puede, que no sea mas que alguien que quiere alimentar a sus hijos.
Pero eso es otra imagen, otro cuadro, otra perspectiva.
Yo, yo solo escribo lo que veo.

La poesía, la botella, su sonrisa y ella.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt