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YoonGi llevaba un té humeante de menta en sus manos para HoSeok.

—HoSeok, tómate esto.

HoSeok sonrió sin los dientes y lo recibió.

—Gracias YoonGi.

YoonGi asintió sentándose a su lado.

—¿Estás mejor?—Preguntó mirándolo.—

—Sí..

HoSeok se sentía en el mismísimo cielo, YoonGi estaba con él, dormiría en su casa, le dió un té, y por primera vez, mostraba preocupación por él.

Su padre lo golpeaba, pero no en los lugares que fuera visible.

Su padre solía beber, y él intentaba estar lejos de casa, rutina normal.

—¿Podrías quitarte la polera?—Preguntó YoonGi como si nada.—

HoSeok negó rápidamente con la cabeza.

—Por favor, quítatela.

HoSeok se la quitó, dejando ver todos sus moretones y todas sus cicatrices.

YoonGi tapó su boca con ambas manos, sentía que lloraría en cualquier momento.

—¿Cómo pudieron hacerte esto sol?..—Preguntó acariciando su mejilla.—

HoSeok no aguantó más y comenzó a llorar en silencio.

YoonGi lloró también y lo abrazó.

La taza cayó al suelo, rompiéndose en miles de pedazos.

HoSeok correspondió.

Cuando se separaron, YoonGi hizo lo que siempre quiso hacer, besar los labios de su Sol.

Sus labios eran suaves, sus bocas combinaban perfectamente, YoonGi sentía miles de mariposas, más que las que antes sentía.

Todo iba bien, hasta que..

HoSeok se separó de golpe.

—No es necesario que hagas esto por pena.—Dijo sonriendo levemente.— Gracias por la hospitalidad YoonGi.

Y se fue.

No, HoSeok. ~YoonSeok/HopeGa~.Where stories live. Discover now