En mi ABC

N

El día empezó como cualquier otro día, con la salida del sol.
Supongo que cuando le ocurre algo extraordinario a alguien, este siempre ha comenzado el día con el acto rutinario de despertarse en la cama.
Ya sea una experiencia cercana a la muerte o el hecho de conocer a la persona con la que pasaras el resto de tu vida, todo empezó con el amanecer, el sonido de los despertadores y el salir de debajo de las mantas
De un modo tan aburrido,tan corriente.
El día en que mi vida cambio no fue la excepción.
Estaba acostada en mi cama, contemplando el rayo de luz que se colocaba entre las cortinas.
El hecho de quedarse acostada hasta las nueve de la mañana es tan aburrido, a si que supuse que ya era hora de levantarme.
Descorrí las cortinas dejando que la luz invadiera todos los rincones de mi habitación,mire al cielo, era un cielo hermoso.

Ustedes pensaran que solo es un cielo con unas cuantas nubes.

Pero para mi tenia un significado diferente, me traía recuerdos de mi niñez.
Una niñez muy feliz junto a mi abuelo, nos acostábamos en el pasto y dejábamos que el tiempo pasara, hasta que llegara la noche.
Era relajante,hacia que aquellas dudas y problemas volaran, era totalmente especial.
Incluso podías sentir que estabas en el cielo, donde nada importaba, donde incluso el miedo y la tristeza eran olvidados por aquella sensación
Pero llega un momento donde todo ser vivo...tiene que irse.

El 9 de diciembre del 2008 falleció a 20 días de mi cumpleaños, ese día me sentía vacía, un dolor desgarrador que no podía controlar.
Nunca creí que la perdida de aquel hombre que admiraba, aquel que era mi héroe, aquel que era como un amigo me destrozaría.

El día siguiente no fue igual, el sol no se veía, el cielo estaba gris, mis ganas de pararme no eran tantas, mi abuelo era gran parte de mi, nunca imagine como iba a estar sin el, siempre creí que estaría conmigo.

Me acostaba en el pasto para recordarlo.
Aunque aveces llegara a recordarlo con dolor, eso me hacia ver cuan importante fue para mi.