[ anónimo ; yoonmin ]

⑩.

YoonGi fue empujado apenas llegó al instituto. Y le encantaría decir que fue la pubertad, pero no. En vez de eso, fue el adorable —pero molesto— novio de su mejor amigo, TaeHyung, quien se acostumbró a tratarlo de manera más casual.

— ¡Hey, YoonGi hyung! —saludó, atrapando al mayor con sus brazos—. ¿Has tenido suerte encontrando al amor de tu vida?

— Quizás la tendría si te dignaras a decirme quién es —respondió YoonGi, fingiendo molestia mientras se cruzaba de brazos y lo miraba con un puchero.

— ¡No hagas eso! —reclamó, escondiendo su cara en la espalda del mayor— ¡Si sigues actuando tierno, no podré soportar y te diré quién es!

— Es exactamente lo que quiero, Tae —su infantil discusión pudo seguir si no hubiera sido por JungKook, quien le exigió a TaeHyung por estar abrazando a su adorado hyung sin autorización, creando una discusión entre los menores y burlas por parte de YoonGi, quien se esforzaba por lanzar leña al fuego.

Durante todo el día, YoonGi y sus amigos estuvieron en compañía de TaeHyung y su grupito. Y, a pesar de que YoonGi estaba buscando a su personita anónima entre todos, disfrutó de la compañía de los chicos, pues eran divertidos —aunque ruidosos—.

Llegó la salida y salió del lugar jugando con JungKook, subiendo a su espalda y tratándolo como si fuera su caballo, cuando SeokJin lo hizo bajar con un regaño.

— ¡Estás gordo, YoonGi! ¡Pudiste lastimarlo! —decía mientras abrazaba a un sonriente JungKook, que lo miraba como niño que se había sido con la suya, pues sabía que SeokJin no iba a decirle nada en su contra. En serio, había veces donde parecía su padre regañándolo.
Después de un pequeño sermón sobre porqué hay que tener cuidado cuando jugamos, sacó algo de su bolsillo y agregó: —Por cierto, TaeHyung me dio esto. Él no vino hoy, pero le dejó la carta en ls mañana —y dicho esto, se despidió y se encaminó a su casa.

YoonGi observó el papel. Por eso aquellos mocosos no habían tenido problema con su presencia. Se sentó en las escaleras del instituto y abrió la nota con delicadeza.

«Aish… En serio, no puedo contigo. No sigas así, terminaré gritándote en el almuerzo lo lindo que eres.

Pero bueno, ¿quieres saber más de mí?
Nací en Busan.
Mi cumpleaños es el 13 de octubre.
Uno de mis colores favoritos es el morado.
Me encanta bailar.
Me dan miedo las mariposas.
Mi película favorita es The Notebook.
También me gusta dibujar.
Soy demasiado tímido.
Mi número favorito es el 3.
Estudié esgrima japonesa durante varios años.
Mi sueño es llegar a ser un gran bailarín en el futuro.

Ahí tienes, unos cuantos datos sobre mí:)
Y ahora es tu turno, no creas que eres el único que quiere conocer al otro; lo único que sé es cómo te llamas y que eres el chico más lindo del instituto.
Así que, ya sabes, espero tu nota;).

Park JM»

Dios. Él en serio leyó la carta. Él en serio lo tomó en cuenta. Realmente sabía un poco más de él. Por alguna razón, YoonGi se sentía tan feliz, que no dudó en apresurarse a llegar a casa para comenzar a escribir su carta contándole lo más importante sobre sí mismo. En el camino, comenzó a pensar qué diría. Su lugar de nacimiento y cumpleaños eran esenciales, pero, ¿qué pasatiempos nombraría? ¿Cuál es su número favorito?  ¿Su película favorita? Quizás podría agregar un libro o una pequeña anécdota. También tenía que pensar en su personalidad: ¿cómo era con los demás? Tenía tanto en mente, y no podía esperar a que Park supiera todo lo que quisiera de él.