La Despedida

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Advertencia: Esta historia es completamente real. Es más corta que la anterior pero debido a ello subiré otra historia en pocos minutos.

Cuando era un niño, al igual que la mayoría, tenía miedo a la oscuridad, pensaba que mientras hubiera luz estaría protegido de cualquier cosa que pudiera hacerme daño, pero un día todo cambió.

Yo tenía 12 años, estábamos disfrutando mi familia y yo de las vacaciones de verano en la casa de Torrevieja que mi abuelo había comprado ese año.

Un día mi abuelo comenzó a sentirse mal y decidió ir al hospital a hacerse unas pruebas. Desgraciadamente dichas pruebas dieron que tenía cáncer y lo operaron de gravedad.

Después de 6 meses de operaciones y quimioterapia, decidieron enviar a mi abuelo de nuevo a casa.

Estuvo unos meses estable, hasta que un día recayó.

Mi familia y yo intentábamos animarle, él fingía estar bien, pero cada vez se sentía más débil.

Una noche me acosté temprano para poder madrugar ya que al día siguiente me iba de excursión.

De repente me desperté, notaba que alguien estaba sentado a los pies de mi cama y quise saber quién era, pero antes de comprobarlo miré el despertador para saber qué hora era. Eran las cinco casi y media de la madrugada. Después de ver la hora, miré quien era la persona que estaba sentada a los pies de mi cama, pensé que sería mi madre, pero no era ella. La persona que había allí sentada era mi abuelo. Llevaba una camisa blanca, un pantalón y una chaqueta grises, era la ropa que normalmente llevaba cuando no estaba enfermo.

-Abuelo, ¿qué haces aquí? – le pregunté mientras lo miraba sorprendido, ya que la última vez que lo vi estaba en cama muy enfermo.

-Estoy aquí, porque donde estoy ahora no hay tele- decía mientras me sonreía.

Al momento la luz del pasillo se encendió, mi abuelo ya no estaba y mi madre corría de un lado por el pasillo.

-Mama, ¿el abuelo a muerto? - pregunté sin pensarlo dos veces.

Al oír mi pregunta, paro en la puerta de mi habitación.

-Ha muerto a las cinco y media- respondió sorprendida de que le hiciera esa pregunta, ya que todas las mañanas iba con prisa y nunca le había hecho esa pregunta.

Mi madre se dio cuenta al igual que yo, la hora en la que se me apareció mi abuelo fue la hora exacta en la que falleció. Fuera un sueño o no, él apareció para despedirse de mí, o eso pensé y sigo pensando.

Desde ese momento dejé de sentir miedo de la oscuridad y comencé a interesarme por lo extraño y sobrenatural.



Experiencias ParanormalesWhere stories live. Discover now