New strangers [Billy Hargrove & Max Mayfield]

7

Narra Billy

Ver a Maxine me había cabreado, ¿quién se creía que era? Cuando la he visto he estado a punto de ir a por ella pero Tommy me ha aconsejado pasar de ella y cabrearme al llegar a casa, ¿por qué desaprovechar esta gran fiesta? Pero verla con Harrington me enfadaba, no podía evitarlo, así que cuando la veo sentada en la acera la cojo y la subo al coche.

-Billy- me dice enfadada.

-Callate de una vez- le contesto furioso- ¿te crees muy lista no? Pues a ver que haces tu sola en el bosque.

-Billy, no puedes hacerme eso- me dice muy segura- nuestros padres te matarían.

La miro por el espejo retrovisor, esta cruzada de brazos con los labios en linea y me río, me echa una mirada furiosa y acelero el coche para que deje de hacerse la chula, de esta no se libra.

-Tranquila hermanita, solo será un rato, en cuanto vuelva a la fiesta le diré a Harrington que venga a buscarte.- le afirmo mirándola de reojo.

Narra Max

De repente lo entiendo todo, está celoso. Y yo loca porque no se si me parece mal o me encanta.

-¿Qué problema tienes con el, Billy?- le pregunto alzando bruscamente los brazos como si no fuera más que obvio.

-No, ¿qué problema tienes tu?- me habla a punto de empezar a gritarme- va al mismo curso que yo, no puedes estar con chicos tan mayores.

Antes de que siga hablando le corto y hablo yo.

-Son solo dos años Billy- le contesto rendida.

-Son tres, ha repetido un año, como yo.- me dice conteniéndose de decir algún disparate.

-¡Joder, que es el novio de Nancy!- le grito, entonces da un frenazo que casi hace que mi cabeza vaya contra el cristal delantero si no llega a ser por el cinturón.

-¡¿Eres gilipollas?!- le grito mareada.

Se queda callado respirando calmado mientras mira al frente. Miro a mi derecha, hay un gran edificio rodeado de vallas, en un cartel medio roto se lee Laboratorio de Hawkins.

-Bájate- susurra.

-No- le contesto temblando por el frío y por la inseguridad de que me deje aquí sola.

Billy me mira y me quita el cinturón, se baja del coche rodeándolo y abre mi puerta.

-He dicho que te bajes.- Me pone su peor mirada, la mirada de "te advertí que el que manda soy yo y me has tocado los cojones".

-¿Enserio vas a dejarme aquí tirada? No he estado aquí en mi vida Billy. No tienes ningún derecho a hacerme esto.- Mi voz suena quebrada, el frío de la noche empieza a colarse en mi piel y el temor de que Billy vuelva a casa sin mi por su rabieta y que su padre le pegue una paliza es peor que el miedo de que me deje aquí tirada, en este bosque que no he pisado en mi vida.

Billy se enciende un cigarrillo, le da dos caladas y se pasa la mano por el pelo nervioso. Sé que se está intentando tranquilizar. Entre gritarle y calmarme me decanto por la segunda opción y decido sentarme en el capó del coche hasta que mi hermanastro se decida. Billy, que estaba a unos 5 metros de mi, viene y vuelve a dar una calada al cigarro para acto seguido echarme el humo en la cara. Sus ojos se dirigen a los míos, me mira serio, sin vacilar, sus ojos azules penetran los míos como si intentara decirme algo, como si quisiera traspasarme todos sus pensamientos a través de mis pupilas.

-¿Quieres?- me pregunta cauteloso, ofreciéndome el cigarrillo que hasta hace un momento reposaba en sus rosados labios. Sus ojos son serios pero tiene una pequeña sonrisa ladeada porque cree saber la respuesta.

Sin hablar hago un gesto con los ojos para que me dé su cigarrillo, en lugar de eso, lo pone entre mis labios a la vez de sujetarlo con sus dedos y me mira confuso. Inhalo profundamente mientras le miro, desafiándolo en todo momento. Quita el cigarro de mi boca y antes de exhalar el humo, me impulso quedando a centímetros de su boca y exhalo el humo que choca con sus labios. No es que me guste fumar o el sabor del tabaco, pero he ido a alguna que otra fiesta y la curiosidad me hizo probarlo un par de veces pero sinceramente hacerlo delante de Billy ha sido una sensación cómoda e íntima.

-¿Desde cuándo fumas?- Me pregunta mientras vuelvo a sentarme en el capó como estaba antes.
-No lo hago, solo lo he probado un par de veces.
-Espero que Harrington no tenga nada que ver en esto.
-Steve no fuma, además de que me has ofrecido tu.
-No pensaba que ibas a aceptar. ¿Tienes algo más que ocultar?- me insinúa y yo se lo que quiere oír y lo que quiero decir.
-Quizá si lo tenga- le digo mirándolo sin dudar.
Billy se acerca a mí, apoya sus manos a los lados de mis piernas y se fuma la última calada antes de tirar el cigarro. Se acerca lentamente a mi boca y roza mis labios echando el humo por última vez. Nos miramos, no sé cuantos segundos exactamente pero parece que estamos esperando a que el último grano de arena del reloj caiga.
-Billy..- susurro contra sus labios.

Nunca podía haberme imaginado querer que Billy me besara, pero es algo con lo que intento luchar los últimos meses, no sé qué pasa. No sé si fue mudarnos, su actitud de ser frío con todo el mundo, todo lo que se de su padre, que me intente desafiar y yo no me deje, que le tengo que ver sin camiseta todos los días, que en este pueblo pasan cosas raras o sus ojos; deben ser sus ojos.

-Te voy a besar- me susurra mientras me mira y con su mano roza mi mandíbula- te voy a besar y se que no te vas a apartar porque tú lo deseas tanto como yo, ¿verdad, Maxine?

-Odio que me llames así.

Me sonríe y sonrió de vuelta, porque no sé si me va a llevar al cielo o vamos  directos al jodido infierno.